RESEÑAS
Un vendaval sonoro

Y para despedir el año, otra vez LOS NATAS o los jinetes de la noche, del Apocalipsis, del vendaval sonoro. Del stoner rock a la psicodelia, el trío compuesto por SERGIO CHOTSOURIAN en guitarra, GONZALO VILLAGRA en bajo y WALTER BRODIE en batería, se presentó ante más de 500 personas en La Trastienda, el boliche de San Telmo.
Antes de la oscuridad, la revelación. TAURA, un cuarteto de “rock melódico”, según afirma CHAIMON, vocalista de la banda, interpretó ocho temas en 45 minutos. “Halo de luz”, “Miramar” y “Muelle” reflejaron el sonido fuerte y romántico. TAURA cuenta con un EP de tres canciones y con “Mil Silencios”, un larga duración que fue editado este año y masterizado por MARIO BREUER.
Caballeros de la noche
Cae la sombra y se abre el telón cuando apenas las agujas marcan la una y media de la madrugada. Aparece el trío, de la nada, y con ellos la distorsión. “Carl Sagan” y “Tufi meme” son las que abren el último recital del año consagratorio de LOS NATAS.
¿Por qué año consagratorio? No hay dudas: llenos totales en Niceto Club, La Trastienda y el Pepsi music junto a IGGY POP: todo acompañado del reconocimiento masivo, la publicación de “El Hombre montaña”, su séptimo disco de estudio y la influencia desperdigada por el ámbito rockero (chequear “Truenotierra”, lo último de LA RENGA, y GRAN MARTELL, la banda de JORGE ARAUJO).
Después llegan “El cono del encono” y “Humo negro del Vaticano”. El baterista, WALTER BRODIE, comienza a tomar las riendas del show y un sonido musculoso se apodera del ambiente. Es que ahí, cuando el sonido se adueña de la escena, los temas más psicodélicos y emblemáticos del trío se hacen presentes: “Contemplando la niebla”, “No es lo mismo” y “Humo de marihuana”.
A diferencia de otros recitales de la banda, no hay intervalos. Las canciones se van sucediendo unas a otras sin el menor registro de silencio entre canción y canción. Algunas alcanzan los diez minutos de duración y un humo artificial cubre el escenario cuando suena “Que rico”, tema del disco doble y experimental “Toba Trance”, del año 2004.
En comparación con lo que ofrece, por ejemplo, GRAN MARTELL, lo de LOS NATAS parece más claro. En la banda de GONZALO VILLAGRA se observa un mayor virtuosismo, quizás más concentrado en la guitarra de CHOTSOURIAN: solos de guitarra no tan desarrollados, preponderancia y uso de efectos variados, canciones más extensas y con mínimos rasgos violentos. Un sonido, en definitiva, más melódico.
A pesar de que en la lista figuran tres canciones más, LOS NATAS se despiden con “El Hombre montaña” y “Patas de elefante”. Se dan el gusto de tocar algunos temas de su último disco como “El bolsero” y “Amanecer blanco”.
La última producción va a ser presentada oficialmente el 12 de mayo en Niceto Club, lugar que está acostumbrado al sonido de LOS NATAS.
Los corsarios de la noche, los jinetes del vendaval sonoro, los muchachos del doom metal o el desert rock, cerrarón un año que estuvo repleto de buenos momentos. Tal vez haya arribado el reconocimiento masivo para una banda con doce años de carrera en estos 40 de rock argentino.
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