RESEÑAS
Vibraciones de reggae y amor

Entre los fundamentalistas del género reggae, hablar de ISRAEL VIBRATION es subir el nivel de la charla, frotarse las manos y poner cara de admiración. Me crucé en la puerta de El Teatro con uno de todos estos fanáticos que intentaba zafar la entrada con un contacto especial, pero que me aclaró: “y sino puedo pasar, pago los setenta pesos, porque es ISRAEL VIBRATION, no hay nada que hablar”.
Los dos líderes de este combo jamaiquino (eran tres, pero uno se hizo solita), CECIL SPENCE (Skelly) y LASCELLE BULGIN (Wiss), comparten el haber nacido en la isla, el tener poliomielitis y, claro, el amor por el reggae. Se conocieron siendo dos nenes en el centro de rehabilitación Mona, en donde fueron internados por sus padres para curar la enfermedad.
Ahí tomaron la fe rastafari a través de Su Majestad Haile Selassie I, y para profesar sus creencias eligieron el reggae como canal y el amor como mensaje esencial, debutando en 1977 con ”The Same Song”.
Luego de una actuación frustrada en septiembre del año pasado, cuando el Festival Puro Reggae se cayó a pedazos, el público argentino pudo encontrarse con estos referentes del sonido y disfrutar de una noche mágica en donde EL NATTY COMBO y HOLY PIBY fueron el aperitivo.
El comentario para tan grandes músicos, queda en manos de gente que sabe un cacho del tema y se hizo presente en El Teatro para deleitarse con sus melodías:
SERGIO COLOMBO (EL NATTY COMBO/RIDDIM):
“Los escucho desde los 19 y tengo 35; tengo como 18 discos y muchos originales, era en lo que me gastaba la guita de pibe. Compartir una fecha con ellos fue inolvidable. Aunque no estaban los tres juntos y la Roots Radic tampoco vino entera, fue recontraresupergrosso. Sin dudas uno de los mejores shows que yo vi en mi vida, súper lindo”.
“El bajista de la ROOTS RADIC, el legendario FLABBA HOLT, hizo bocha de bases clásicas jamaiquinas, ya con su presencia fue una pared el sonido. El batero también era muy bueno; y claro, SKELLY y WISS, ellos dos son pilares de la movida, bastiones del género, tienen mil años y desde chiquitos que le dan a esto: Yo la flashie en colores”.
HERNÁN (líder de HOLY PIBY)
“¡Qué buen show! Son ídolos estos tipos, fue como jugar un partido con Maradona. Toda la banda lo disfrutó muchísimo, no podíamos creer que después de nosotros venía ISRAEL, los escuchamos desde los 14 años y que se nos dé esto fue mágico. El violero vio nuestro show, intercambiamos discos, nos firmaron algunos nuestros como fan que somos. Una de las experiencias más grosas como banda que tuvimos. Los vi muy bien, con mucha fuerza, vienen tocando hace 30 años y tocaron 2 horas a pleno. Despliegan una fuerza impresionante arriba del escenario, los ves bailando con muletas y no la podes creer, muy emotivo, dejan todo y eso transmite mucha energía”.
FABIÁN LEROUX (viola de RESISTENCIA SUBURBANA)
“Los había visto en el Roxy hace mil años, ellos habían tocado con BLACK UHURU y YELLOWMAN en Obras, pero después los pude ver solos y me volaron la cabeza. Me gusta mucho el reggae roots que hacen y las voces de los tres, aunque vinieron dos, siempre me fascinaron”
“Emociona mucho que estos dos tipos, con el impedimento físico que tienen, se queden parados todo el show. Yo pensaba <¿cuando se van a sentar?> y no, se la bancaron. Me gusta la música y la melodía de las voces, nada de grandilocuencia, sino eso”.
“Me gustó STEEL PULSE, GREGORY ISAAC, ALPHA BLONDY, pero mis compañeros de banda me miraron medio torcido cuando les dije que me había gustado mucho más ISRAEL VIBRATIONS que todos ellos. Por ahí casi todas las bandas vienen con músicos de la puta madre, pero que no tienen feeling, que no son jamaiquinos, son sesionistas. Hay muchos que vienen a hacer kiosco; estos vinieron con los ROOTS RADIC, una banda establecida tipo WAILERS, que acompaña grandes artistas. Fuimos todos los RESISTENCIA, salvo uno que lo operaban, y nos fuimos muy contentos.”
Las espectativas de todo el público del reggae fueron ampliamente colmadas por todos aquellos que estuvieron compartiendo esta noche con ISRAEL VIBRATION, que vino a brindar toda su historia logrando emociones profundas, y dejó su huella en los corazones porteños.
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