RESEÑAS
Lindo paseito

Subirse a una bicicleta te cambia la perspectiva de la ciudad, te hace respirar de otra manera, mirar distinto, pensar diferente, absorber las imágenes con cada partecita del cuerpo, y toda esta enajenación genera incomparables sensaciones que atraviesan océanos, tanto de aguas dulces como saladas.
Pasear con BICICLETAS es un viaje similar en dónde las tristezas pueden ser expresadas con melodías positivas de bases rockeras, con violas y sintetizadores en primer plano, y minutos después escuchar alegrías presentadas con música angustiante, donde los silencios y las palabras, apoyadas en luces e imágenes, presionan el corazón hasta hacerlo sangrar.
Dicotomías que se debaten en cada canción y en la hora y pico que dura el show. Soledad, corazones rotos, esperanzas y enterezas. Sueños, agua, elefantes, humo, y todo envuelto en un paquete armónico de precisión y psicodelia que nace en la batería de MARIANO REPETTO y la virtuosa guitarra de FEDERICO WISKE.
La banda se completa con JUAN JOSÉ CRIVELLI en voz y guitarra, IGNACIO VALDEZ en sintetizadores –teclados, programaciones y a veces tercera viola-, y AGUSTÍN PARDO en bajo.
CRIVELLI estira las vocales y mantiene el dramatismo –chequear “Feliz no cumpleaños”-, sabe como compartir su desazón. WISKE hace willy con su guitarra y deslumbra, sabe que no se va a lastimar apoyado en sus compañeros, con los que logra crear climas dispares, donde las programaciones van in crescendo y articulando una base sólida junto con REPETTO-PARDO.
El repertorio, obviamente, hizo hincapié en su nuevo y primer disco homónimo producido por el ex EOY, EZEQUIEL ARAUJO, con temas como “Ojos”, “Corre” o “12 peces”; pero no olvidaron tocar primeras perlas de sus anteriores Eps, “Deslízate naranja” y “Ojos”, sumadas a una versión libre de “Sucio y desprolijo” del Carpo.
Los que ocuparon las cómodas butacas del ND eran en su mayoría jóvenes snobs, vestidos y peinados para la ocasión, que movieron solo un poco la cabecita y aplaudieron moderadamente. Quizás en un recinto más rockero, de parado y con un cigarro en la mano, se pueda establecer una comunicación más agresiva con la música de los BICICLETAS, y devolverles alguna pared cantando un estribillo.
De la misma camada que LOS ALAMOS, PEYOTES, DORIS, y un largo etcétera, provenientes del sello “Estamos Felices” y compinches de ESTELARES, los bicivoladores tienen mucho para saltar la rampa que pocos indies logran. Hace falta pedalear un rato largo y no respetar ningún semáforo. Confío en sus piernas.
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