RESEÑAS

CIENFUEGOS nos salvó el alma

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Manteniendo el bajo perfil como es su costumbre, y anunciando que en cincuenta años, la mayoría de nosotros vamos a ser cenizas, SERGIO ROTMAN se hizo cargo del micrófono para que comience su misa, esperada por unos cuantos feligreses. De una manera muy oscura y leyendo de a fragmentos la letra de ”Transmission”, el cover de JOY DIVISION elegido para comenzar la velada, el momento esperado por todos por fin había comenzado.

Con su sentido del humor característico y sus clásicas preguntas (“¿Alguien tiene alguna pregunta?”, “¿Cuál es la mejor banda del mundo?”), SERGIO de a poco fue metiéndose el público en el bolsillo, y si a todo esto le sumamos la selección de canciones que formaron la lista de temas, podemos definir tranquilamente a éste como un show perfecto.

Con algunas visitas en escena, como el caso de WALLAS de MASSACRE (a quien presentó diciendo “cuando ustedes eran vírgenes y no conocían la marihuana, yo ya estaba tocando con él”) en la versión de ”Moonage Day Dream” de DAVID BOWIE; MIMI en ”La eternidad” (con las voces del público mientras SERGIO besaba a su mujer) o bien PEDRO leyendo una poesía entre temas, se completó el cartel de invitados, sumando a alguno que otro que trepó el escenario.

También presentaron canciones nuevas, como ”Más de lo mismo”, en donde el grupo mantiene la línea de sus anteriores trabajos, sumando una pegadiza melodía, y volviendo a grandes clásicos como ”Carne de tiburón” y “La importancia del hombre”, con las cuales la banda fue desarrollando su presentación.

ROTMAN, como es su costumbre, no paró de moverse frenéticamente en escena. Se tiró al público, ayudó a subir a alguno, se revolcó en el escenario, y repitió reiteradas veces sin trabarse “¿Dónde está la felicidad?”, mientras tocaban ”Love Hill tear us apart” de JOY DIVISION, haciendo las delicias de la gente. Con estas demostraciones, dejó bien en claro que ya puede ir pensando en cambiar las primeras tres letras de su apellido por “show”.

Mención aparte para la parte rítmica de la banda (DIEGO ALOE en guitarra, su hermano MARTIN en bajo, FERNANDO RICCIARDI en batería, Y HERNAN BAZZANO en guitarra), quienes acompañaron en varias oportunidades con las voces, como en ”Deja que te diga” y “La colina”, donde dejaron bien en claro que son gente que escuchó demasiada música a lo largo de su vida, y que no siente vergüenza en derrochar sus conocimientos y virtudes en los instrumentos.

CIENFUEGOS volvió a presentarse en vivo. ¿Volverán a hacerlo nuevamente? Es la gran duda de la gente luego de cada show. La presentación de temas nuevos da a entender la obvia grabación de un nuevo trabajo, por lo cual podríamos decir que “Los precursores del punk rock en la Argentina” -como ellos mismos se definieron en un reportaje de este medio- tienen vida para rato. Se lo pedimos de rodillas. Por favor, sigan tocando mucho tiempo más.

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