Malditos benditos

La crónica podría ser un simple raconto de los 23 temas que MALDITA SUERTE tocó en la presentación de su nuevo trabajo, “Detrás de tu mirada”, el viernes pasado en El Teatro Colegiales. También se podría intercalar alguna anécdota y la nómina de invitados. Pero todo cambia cuando entre ellos están CHIZZO y TANQUE de LA RENGA.

Empezar desde el (casi) final

La exaltación y ebullición de sentimientos desplegados por el público durante los 16 temas de MALDITA SUERTE llegó a su punto máximo cuando CHIZZO de LA RENGA apareció en el escenario y se colgó la guitarra para el tema “El viejo”.

Esos escasos minutos fueron la dosis concentrada de las dos horas de show de esta banda con diez años de trayectoria: la explosión de los “malditos” enfundados en remeras de la banda y otras afines, el sonido ensordecedor de las guitarras que nublan todo sentido y la voz rasposa de JUANJO acompañada por la armonía estilizada de los saxos, en manos de GUILLE y PABLO.

Después de un repaso de temas viejos de sus discos “Lejos de todo” y “Tiempos duros”; como los que iniciaron el show, “Viejas Ciudades” y “Almas Gastadas”; y una seguidilla de los nuevos como “Buscando Salidas”, “Ahogado en tu ansiedad” y “Hacia el norte”; la primera aparición de la noche daba un indicio de lo que podía llegar a pasar. TANQUE pisó el escenario para hacer una o dos líneas del coro de “Necesitamos acción”. Para muchos, PAPPO no se murió.

El VASCO de CHEVY ROCKETS subió al escenario en el primero de los bises, “Tierra de perdedores”, donde el sonido ensordecedor metalero dejó el lugar para que el rocanrol llegara su punto blusero máximo.

Además de “El viejo”, CHIZZO prestó su voz para “Pasado pisado”, el segundo de los bises. Cámaras y celulares salieron a relucir para captar ambos momentos en que el líder de LA RENGA podría haber quebrado tanto las cuerdas como su propia voz en las respectivas participaciones.

“Preso de tus sueños”, con la armónica bajo la tutela de MARIANO, preparaba todo para el fin. Mientras la bata de EL QUIA, el bajo de PABLO “GORDO” y la guitarra de GUSTY daban las últimas notas para “Peli del norte”, JUANJO luchaba contra las cortinas que se cerraban antes de que terminara la canción.

El sonido pseudo-western paraba estrepitosamente para los riff de las guitarras, mientras el público hacía su último pogo de la noche para luego atrapar a GUILLE, JUANJO y GUSTY, que se tiraron a su gente.

Púas, palillos y partes de la batería fueron los regalos que muchos fanáticos llevaban orgullosos a la salida de un recital que fue mucho más que 23 temas y un par de invitados. Fue una bendición para los malditos.