RESEÑAS

Llamada en espera

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Hay sueños extraños. Y realidades aún más extrañas que las visiones en las horas de descanso. Uno de esos cuasi-sueños fue la segunda edición del festival Buenos Aires Calling, que se realizó el lunes 1º de mayo en La Trastienda, en el barrio de San Telmo.

Un año atrás, bajo el efecto post-Cromañón, los sellos Ultrapop y Scatter auspiciaron la primera edición del festival que reunió a FANTASMAGORIA, SATAN DEALERS, LOS PEYOTES, DDT, LOS BARREIRO y THE GIRALDOS. Al igual que este año, el primer Buenos Aires Calling se realizó el Día del Trabajador. Pero en esta edición sólo una figurita estuvo repetida.

Los ya típicos blazers en diferentes tonalidades, jean y remeras tan pero tan originales que ya dejaban de serlos y una extensa gama de zapatillas se entremezclaban con personajes salidos de la serie “Los días felices”, polleras tubo de tiro alto y algún otro zapato de taco alto. Esa mezcla extraña también fue musical. Seis bandas, todas con el título “indie” a cuestas, pero no por eso homogéneas unas de las otras. Pero más que grupos, hubo una lista de temas compuesta por seis extensas y ciclotímicas canciones.

Tema 1: Niño de hojalata

Con el nombre ASTROBOY es imposible no recordar a ese niño robot nipón. Esa construcción a base de metal, pero en cierto punto sensible, es la esencia de la banda uruguaya liderada por MARTIN RIVERO, que en 2004 sacó su primer disco, “Automática”.

Mientras las luces creaban el ambiente necesario para que las ideas tomen su propio rumbo, la voz de RIVERO transitaba entre el inglés y el español, transitando diversos matices vocales. Y el niño de hojalata vibró.

Tema 2: Acidez en frasco

¿The o Los? Pregunta que poco importa, porque The (Los) Giraldos no son tan sólo un título sin nada atrás. Son un concentrado del mejor jugo cítrico que causa efecto al escuchar las primeras notas.

Sus dos cantantes, DONNY y RUSKY, transitan tema tras tema en forma de conversación, por momentos coherente y por otros una simple sucesión de palabras entre el ritmo que merece el mejor paso a lo Johnny Bravo (sí, ese, el de los brazos extendidos moviéndose hacía arriba y hacia abajo sin cesar). “Me curto solo” es el último grito que deja el tiempo. Y ahora a lavarse los ojos que el jugo arde.

Tema 3: Vieja usanza

¿Cómo no ver los prolijos jopitos armados con Dios sabe qué producto? ¿Cómo no quedarse observando los impecables trajes, los pantalones pinzados y los zapatos lustrosos? Algo parecido, pero más intenso, cruza los pensamientos al ver a LOS PRIMITIVOS.

Una batería que no para de sonar, un contrabajo de la altura del cantante y una guitarra que sigue el mejor ritmo del rock & roll, el verdadero que permitía dignas piruetas de parejas.

El rockbilly logró levantar a todo el mundo y menear algunos cuerpos que hasta el momento parecían propios de la sala de autopsias de la morgue, además de hacerlos participar al grito de “Nena, ¡no me digas no!”. Todos dijeron sí.

Tema 4: Cuero crudo

El western se perdió algo importante: LOS ALAMOS, que el año pasado editaron “No se menciona la soga en casa de ahorcado”.

Los ojos se cierran y la mente viaja entre las notas, la voz de PETER, la bandolina de JONAH, los golpes de la batería de DIEGO y las cuerdas de MATIAS y POLY. Ya se podía sentir el polvo chocando con la cara, el sol curtiendo la piel y el sonido de los caballos.

“Los músicos están para destruir la música”, dijo el cantante. Y a partir de ahí, la destrucción es total. La catarsis es interna y la implosión se lleva a todos los sentidos, tanto arriba como abajo del escenario. La distorsión se lleva a cada integrante de la banda a su mundo, hasta que el cantante se tira al piso y todo termina. Fin del viaje.

Tema 5: Pequeña explosión

“¡Vinimos a escuchar rock & roll!”, se escuchó desde el público. Pero VALLE DE MUÑECAS no cesó ante la queja. Y mucho menos las parejitas acarameladas que se dejaban llevar por un rock con guitarras fuertes y la voz de MARIANO ESAIN, alias MANZA (ex MENOS QUE CERO e integrante del trío FLOPA-MANZA-MINIMAL).

“Todos los días de suerte son para nosotros”, dijo ESAIN (o MANZA, como prefieran ustedes) con los “Días de suerte” en forma de primer disco, editado en el 2005. Las luces intermitentes llenaban los ojos. Y de repente… ¡pop! El fin.

Tema 6: Marea alta

La ola empieza a subir. La tabla todavía se mantiene. El viento golpe la cara, pero nada puede evitar que nos caigamos hasta que… cerramos la canilla del baño y corremos hasta el escenario. La ola perfecta todavía no llegó.

Camisas blancas con cuellos y franjas naranjas, además de un aplique con el logo de la banda, guitarras y bajos, batería incesante y ninguna canción cantada da el resultado perfecto para un final: THE TORMENTOS.

Surf rock que se lleva todo vestigio de cansancio antes de que empiece la semana laboral es la principal consigna. Un señor salido de alguna fotografía de los `70 se agita ante el beat de MARCELO (bajo), COCO (batería) DACHO X y CULEBRA (guitarras). ¿Cómo dejar de mover el pie en “La senda del tiqui perdido” o la reversión del tema de DEAD KENNEDYS, “Moon over Marin”?. Un sonrisa se deja ver cuando el baterista se pone el casco antes de empezar “Baúl competición”. Pero llegan al final. Y sin derrapar.

Un pedido (o casi orden) desde los subterfugios de Buenos Aires llegó a escucharse y posiblemente se convierta en un sano hábito anual. ¡Larga vida al Buenos Aires Calling!

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