RESEÑAS

Sueño cumplido

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Desde que se anunció la llegada de DREAM THEATER a nuestro país, se creó una gran expectativa. El boca en boca y el gran apoyo publicitario ayudaron a que esto se acrecentara. Primero se había anunciado que los dos shows se iban a realizar en el escenario in, pero luego, por la gran demanda de entradas, los organizadores decidieron pasarlo afuera. La banda también cooperó para que esto sucediera, ya que en su gira actual interpretan dos sets totalmente diferentes cada día. Entonces los más fieles y los no tanto se querían hacer presentes en ambas fechas.

Sábado 3 de Diciembre

De carne y hueso

Pese a que las luces del estadio continuaban encendidas, la introducción comenzó a sonar de igual forma. Esto me llamó mucho la atención, ya que no es habitual que suceda. Además, tanto la batería como el teclado estaban cubiertos por sendas lonas, por precaución. Ambos puntos me hicieron realmente dudar si era o no la apertura del show. Como era de prever mi sospecha era falsa, debido a que sí era la intro. Entonces segundos antes de que los músicos salieran a escena, se apagaron las luces. Con la ovación del público por ver a sus ídolos por primera vez, los stages retiraron rápidamente las lonas que cubrían los instrumentos.

El reloj marcaba 20:25hs cuando MIKE PORTNOY hizo sonar su batería. Esos golpes nos dejarían bien en claro cual sería el sonido de la banda a lo largo del extenso show. ”The root of all evil” y ”Panic attack”, primera y quinta canción de su último disco “Octavarium”, daban por iniciado el set. JAMES LABRIE (voz) saludó a todos con un “Hola Buenos Aires” apenas apareció. De movida intentaba manejar a la masa, aunque en reiteradas ocasiones no le salía de la mejor manera.

En las siguientes melodías –”A fortune in lies” y ”Under a glass moon– DREAM THEATER demostró por qué es tan respetado y considerado musicalmente. Previo al clásico ”Caught in a web” (de la más festejadas), el grupo descansó algunos segundos tras el gran arranque. LABRIE comentó que estaban contentos de estar acá por primera vez y anunció que harían composiciones de todos los discos. Su batero era el más ovacionado, aunque PETRUCCI (guitarra) y JOHN MYUNG (bajo) no se quedaban atrás.

Sin ningún tipo de escenografía (ni una bandera de telón, siquiera) que los representara, la agrupación norteamericana sólo vino a mostrar su virtuosismo y destreza. De esa forma, nadie podía distraerse durante el show (no tenían con qué). Sólo se podía ver el logo de la banda en la base del bombo de la batería. Continuaron con la floydiana “Peruvian Sky”, la cual incluyó acordes de “Wish you where here”, de PINK FLOYD y “Wherever i may roam”, de METALLICA. La masa estuvo prendida al momento del tema, sin embargo, con “Strange deja-vu” el entusiasmo fue mayor.

Puntos altos y bajos

Llegando al final del primer segmento sonaron tres canciones de “Six degrees of inner turbulence”, como “Solitary shell”, ”About to crash (reprise)” y ”Losing time/Grand finale”. Durante el break de 20 minutos, el cual la gente lo dedicó a comer algo o simplemente a charlar, la buena música nos siguió acompañando. Grabaciones de versiones acústicas de “Erotomania”, “Voices” y “The silent man”, del álbum “Awake”, eran entonadas sutilmente por una cantante femenina.

Pese a que esta segunda parte comenzó muy arriba gracias a “As I Am” y a la fantástica “Endless sacrifice”, la cosa se tornó medio monótona con la floja “I walk beside you” y la extensa “Octavarium” (incluyó un instrumental de JORDAN RUDES en los teclados). Nadie quedó conforme con los 23’ de esta última melodía. Sinceramente fueron demasiado densos. Podrían haberla reemplazado por otras canciones más convincentes.

El final de la primera noche llegó de la mano de dos grandes canciones: ”Spirit carries on” (miles de encendedores prendidos) y ”Learning to live” (su vocalista interactúa con sus fans). Los músicos saludaron cálidamente a los asistentes y se los veía afectados por el amor de sus seguidores.

Domingo 4 de Diciembre

Mayor cariño

El domingo se inició a las 19.10hs, con la misma intro y de la misma forma del día anterior. Sin embargo, esta vez no dudé nunca del comienzo, y me preparé para disfrutar de la velada desde el primer momento. Empezaron con la moderna “The glass prison”, mientras a LABRIE se lo veía en el fondo del escenario entrando en calor. Éste compartía las voces con PORTNOY.

Tras “Just let me breathe”, y antes del combo “The mirror” y “Lie”, su cantante dio gracias a dios que la lluvia había parado, aunque más adelante una tenue llovizna se haría presente nuevamente por el barrio de Nuñez. En este pack la gente cantaba a capella a pedido de JAMES, y PORTNOY jugaba con su stage tirándose ambos el palillo de la batería.

Había menos gente que el sábado, pero mucho más conocedora del grupo, sin dudas. Realmente sabían a quiénes estaban viendo, y no como el sábado, en donde los curiosos se hacían sentir. Ello se notaba en cómo entonaban las canciones y en la intención de participar a cada instante.

Tres composiciones de “Octavarium”, junto a “In the name of god” (LABRIE ayudó a RUDES en los teclados), cerraron la primera parte del concierto. Estas fueron ”The Answer Lies Between” (una hermosa balada –PETRUCCI usó el efecto de la acústica en la eléctrica-), ”These walls” (con un bonito cielo anaranjado de fondo) y ”Never enough” (una agradable melodía).

¡Que lindo regalo!

Cuando todos esperábamos que comenzara a sonar el disco completo de “Dark side of the moon”, de PINK FLOYD, los DREAM THEATER sorprendieron a la manada presente. Los norteamericanos eligieron para versionar en forma íntegra un álbum de su cosecha “Scenes from a memory” (1999). Para los fanáticos fue una sorpresa espectacular; en cambio, para los más ignotos, que se habían enterado de esta posibilidad, fue una desilusión. Me parece que esta decisión fue la más acertada, ya que como era su debut en el país, la monada en general quería escuchar canciones de la banda.

El disco sonó de punta a punta sin interrupciones, es decir, interpretaron las canciones en forma continúa. Desde la apertura con “Regresión” hasta la melódica “Finally free”, sus fans se dieron el gusto de escuchar una de las placas más brillantes en la carrera del grupo. En la sentimental “Through her eyes”, PETRUCCI y RUDES hicieron sonar como intro “Don’t cry for me Argentina”.

Musicales como “Fatal tragedy” y “The dance of eternity” (instrumental) logran dejarte sorprendido por lo exquisito e intricado de la propuesta. Te hace comentar ‘como puede ser que toquen de esa manera’, aunque en Obras se escucharon comentarios tales como “Te imaginas estos tipos con onda, lo que podrían llegar a ser”. Es cierto que quizás les falte manejo del escenario y de la masa, pero una banda de esta magnitud musical debe estar concentrado al 100% para no equivocarse.

Antes que vuelvan para los bises, el público pedía por ”Metropolis-PartI – The Miracle And The Sleeper. Estos le darían el gusto a su público, ya que cerrarían sus conciertos en la Argentina con dicho número (aunque sonó solo la mitad de este). Pero primero sonaría su gran clásico “Pull me under”, el cual fue coreado por todos. Ambas melodías forman parte de su más exitoso álbum “Images and words”.

Los DREAM THEATER se despidieron de sus fans y prometieron volver en una próxima ocasión. Esperemos que sea así nomás. Los recibiremos con la brazos abiertos.

Redacción ElAcople.com

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