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Alcanzar el nirvana
Pearl Jam volvió por tercera vez al país el pasado miércoles, convocando cada vez más gente y demostrando que la energía y la emoción son moneda corriente en sus conciertos.
¿Qué mueve a 60.000 personas a aguantar estoicamente lluvias, barro y una pésima organización? ¿Cómo seis personas comunes sobre un escenario, de la otra parte del mundo, pueden movilizar física y emocionalmente a tanta gente al mismo tiempo?
Después de azotar la ciudad durante días, los santos parecen ponerse de acuerdo y deciden abrir los cielos. Tal vez después de tanto castigo, los primeros acordes de “Release” son lo único necesario para exorcizar demonios. Seguiremos la ola a donde nos lleve. La calma antes de la tormenta. “Even Flow” es el segundo tema y los sentimentalismos quedan de lado. Se empiezan a escuchar los coros, a sentir los movimientos, comienza a volar gente y pedazos de barro por igual. Y aunque el campo está dividido, volvemos al espíritu de antes; donde nadie está pensando en filmar con su celular a 100 metros, donde la chica de tacos se queja porque la empujan, donde alguno quiere aprovechar el tumulto para sacar ventaja de algo. Hoy no hay nada de eso.
Pearl Jam tiene la locura de nunca repetir una lista de temas, por lo que básicamente pueden salir con canciones inesperadas. “In Hiding”, “Deep”, “I Got ID”, “Wishlist”. No son clásicos, no son hits, eso no evita que todo el público las cante. Tendrá que ver con que la mayoría viene de una época donde uno ahorraba y compraba el disco y lo escuchaba entero hasta gastarlo.
Vedder es simplemente Vedder. Es el tipo bueno al que no te conviene joder. Es un tipo entrañable, adorable borracho con su botella de vino que hace un esfuerzo extraordinario para hablar un español inentendible, que hasta trata de cantar en castellano durante el fragmento de “It’s OK” en “Daughter”, que se preocupa por el público y siempre está mirando a la primera fila y detiene el show para que no los empujen. Que aunque sea más popular que todos sus héroes musicales siempre los reivindica, pidiendo a un chico su remera de Ramones para ponerla en su monitor. El que interrumpe “Just Breathe” para hablar de lo sucedido en el día y hablar del dolor y el aprendizaje. Como ellos lo pasaron, como vos también lo pasaste.
Y Vedder siempre habla refiriéndose a “nosotros”. Porque Pearl Jam es una banda. Es Cameron, Ament, McCready, Gossard y Gaspar. Una banda que te emociona hasta las lágrimas en “Betterman”, llega a momentos épicos en “Alive”, es revolucionaria en “Rockin’ in the free world” y simplemente te aniquila en el doblete “Do The Evolution” y “Animal”
Y la comunión con los presentes: se sabe que el público argentino le hace circo a cualquiera, pero no, esta es una relación especial. Se lo hace saber incluso a la gente con banderas brasileras en el campo. Es por motu propio en “Black”, que pone la piel de gallina, porque es la historia de todos los que están ahí: nacer para perder, vivir para ganar. Y es por tradición en “I Believe in Miracles”. La misma locura y respeto que se vivía en Obras, Vélez o River con aquella banda que todos idolatramos y que el mundo no parece comprender.
Cada uno tendrá su momento y viaje personal. Hubo un instante en “Given to fly” donde vi mis pies llenos de barro e inmediatamente me vi elevado por el mosh, dando vueltas, viendo el cielo y el resto de las 60.000 personas. Fueron tres segundos eternos donde vi los lugares, las personas, los amigos, las novias. Todo lo que por culpa de una insignificante guitarra llegó a mi vida. Y fui libre. Como sé que lo fue cada una de las personas que estuvo esta noche, ya sea por 1 segundo o durante las dos horas y cuarto de show. Como sé que también lo fueron los músicos. Cualquier precio de una entrada es barato para un momento de revelación.
Sé que el show fue parte de un festival donde tocaron buenas agrupaciones como The Hives y The Black Keys. Tendría que hacer una crónica aparte, porque lo vivido entre las 22:30 y las 00:45 no tiene nada que ver con lo que sucedió el resto de la tarde.
*Fotos por Cristian Seligmann
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