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Los reyes desérticos
Queens of the Stone Age ofreció un gran concierto en su tercera presentación en el país. Los Kaiser Chiefs también despertaron admiración en su vuelta tras cinco años. Passion Pit no la tuvo fácil, pero se sobrepuso y logró mostrar su talento. Catupecu Machu, Massacre y Humo del Cairo, algunos de los artistas locales que participaron. Todo esto y más pasó ayer en Costanera Sur.
El temporal que afectó a la ciudad en la madrugada del miércoles puso en duda la realización del festival. Sin embargo, los organizadores jamás pensaron en la suspensión. Durante el transcurso de la mañana y de la tarde se fue confirmando cada uno de los shows, respetando los horarios estipulados.
Y esto también
Cuando se anunció este nuevo evento se habían prometido un montón de actividades extramusicales. Pero en el predio no se percibía nada distintivo, más allá de una carpa donde se proyectaban películas o los stands comerciales. Esta situación poco importó en el público, porque el rockero verdadero disfruta básicamente de las bandas y su música.
Para esta primera fecha, de los cinco escenarios, el principal (Stage Este) no estaba habilitado. De este modo, el Stage Norte pasó a ser el central, el Stage Geiser, el secundario y así. El Stage Este se está reservando para la genial fecha de hoy. Por ejemplo, en el Stage Acústico había músicos solistas como Fede Cabral o bandas con potencial como Mariscal.
Cuando la muchedumbre ingresaba se topaba con el Stage Rock BA. Acá se pudieron escuchar agrupaciones súper interesantes como Liers, Proyecto Infinito y Placer, con propuestas que darán que hablar en un futuro. Otras de las que pasaron fueron los Kyron, Cosmo, Toboganes a Marte y Coverheads con sus habituales covers.
El segundo en importancia fue el Stage Geiser. Lo abrieron los ascendentes Roma, luego los pop electrónicos de Metal y los rosarinos de Innova. Con una buena cantidad de espectadores aparecieron los Humo del Cairo con su gran caudal de riffs densos y cuelgues. De la mano de su rock contemporáneo marcado por un espíritu pop, los mexicanos de Enjambre sorprendieron por sus agradables melodías como «Visita».
Polaris selló su experiencia en las tablas con su rock enérgico. Su buen número de seguidores disfrutó de «Ya me siento mejor» y «La fruta más dulce», entre otras. Después las híper rockeras cordobesas de Pink Wasted sufrieron la actuación de los Queens of the Stone Age. Los muchachos de Cabezones cerraron este escenario con un performance impecable, donde pasaron cinco hermosas versiones de «Pasajero en extinción», «Sueles dejarme solo», «Abismo», «Frágil» y «Lucha de gigantes».
Queens en punta
Después de Viva Elástico y 202, llegaban los Passion Pit. Luego de aquel desbordado debut en Groove en 2010, regresaban al país en otro contexto totalmente diferente. Ahora estaban en medio de un festival, con bastante público que desconocía la propuesta y en un horario poco frecuente. Entonces para despertar la curiosidad seleccionaron las canciones más públicas como “Sleepyhead”, “Take a walk”, “To kingdom come”, entre otras. Fue un buen set festivalero donde ese electropop indie, elegante y alegre, generó aprobación.
Los Kaiser Chiefs acapararon la atención de la masa a pura actitud punk, de la mano de su carismático cantante Ricky Wilson. El furioso inicio con “Neves miss a beat”, “Everything is average nowadays” y “Na na na na naa” marcaría la tendencia del show, con canciones directas y efectivas. Los ingleses prefirieron centrar el set en los primeros dos discos “Employment” (2005) y “Yours truly, angry mob” (2007) donde los clásicos “Ruby” y “Oh my god” picaron en punta.
La presencia de Massacre en los festivales se tornó frecuente, especialmente desde que ingresaron al circuito masivo. Si bien en un comienzo les fue súper positivo, hoy los vivos del grupo entraron en una meseta que no les es beneficiosa. Perdieron esa magia que los posicionó en ese lugar privilegio, por eso melodías de la talla de “Te leo al revés”, “Juicio a un bailarín” y “Mi mami no lo hará” generan nostalgia y no el desenfreno de antaño.
Queens of the Stone Age volvía al país por tercera vez tras su show de 2010 en el que muchos fans se habían quedado con ganas de más por la escasa duración y el bajo volumen. Ese opaco recuerdo fue rápidamente olvidado con los primeros dos clásicos, “The lost art of keeping a secret” y “No one knows”, con un sonido contundente a pesar de la intensa lluvia que azotaba nuevamente a la ciudad. Detrás de los parches se encontraba el ex The Mars Volta, Jon Theodore, quien mostró personalidad y feeling con los músicos.
Josh Home no es un hombre demostrativo, pero a su manera expresó su cariño. Él prefiere rockear y darle minutos a los riffs clásicos de «Little sister» y «Go with the flow». O adelantar una canción oscura, «My god is the sun», que será incluida en su nuevo álbum «…Like clockwork». Mucha gente dejó el predio tras el fin de su concierto.
Desde que Fernando Ruiz Díaz (guitarra, voz y bajo ocasional) subió al escenario al mando de Catupecu Machu se lo notó molesto con la organización, además de por la falta de obras de desagüe del Gobierno de la Ciudad. Sin dudas esto afectó a su habitual verborragia y predisposición. Si bien la banda sonó poderosa, el espíritu festivalero de los muchachos de Villa Luro no fue el mismo. Esto repercutió en los presentes, y canciones de respuesta segura como “Perfectos cromosomas”, “Eso espero” y “Magia Veneno” pasaron desapercibidas.
Pese a que la lluvia y el barro generaron incomodidad, el sonido acompañó a todas las agrupaciones. La actuación de Queens of the Stone Age se convirtió en la más importante por relevancia y performance, seguido por los Kaiser Chiefs. De acá gustaron Cabezones y Humo del Cairo.
*Fotos por Cristian Seligmann
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