RESEÑAS
La Salvación del alma

Siempre que se habla de CIENFUEGOS, las frases “vuelve CIENFUEGOS”, “se despide CIENFUEGOS”, son moneda corriente en toda crónica y/o comentario. Y se debe a esa característica particular de ser una banda cuya vida existencial consiste en quedar suspendida o colgada de una mecha por varios meses hasta que, finalmente (vaya uno a saber si por alineación de los planetas o qué), se enciende para despegar y terminar de estallar en uno o dos shows al año.
Si bien la fecha-vuelta del pasado sábado en Bs. As. Club estuvo teñida de esos murmullos y rumores de despedida, resultó fácil hacer oídos sordos, ya que SERGIO ROTMAN y compañía todavía no se habían reencontrado para presentar por primera vez su ultimo trabajo, “Veinticincoseis dosmilcuatro”, su primer disco en vivo lanzado hace unas semanas y que fue grabado en su último show de Niceto en junio del año pasado.
“¿Querés saber los que es estar muerto?”, “El secreto del nombre”, “Soñar soñar” y “Te fuiste”, fueron las primeras perlitas de una noche que revivió por una hora y media el encanto y la nostalgia por aquellos años noventa que vio crecer (y madurar) no sólo a CIENFUEGOS sino también a la mayoría de los chicos y las chicas que llenaron el local de San Telmo.
Entre tema y tema, ROTMAN –ese frontman peludo de rojo furioso que logra de manera natural (tal como lo hacen los chicos en el pogo y en el mosh) fundir su cuerpo y su voz en cada uno de los temas,- no perdía oportunidad para sacar a la luz su verborragia, ironías y su buen humor con preguntas como “¿Me pueden decir que carajo hacen ustedes acá?”, o lo que dijo al presentar “Un millon de nada”: “tema de nuestro último disco… de hace siete años… ¡estamos hechos mierda…!”.
En el show no faltaron temas que nunca tocan (por ejemplo “Ser Invisible”); los covers de BOWIE y JOY DIVISION; como tampoco la presentación de temas nuevos que, según prometieron, “son del próximo disco”.
Continuaron con “Desierto”, el hit “Hacia el cosmos, hacia el infierno”; la magnífica “Vudú”, “Todo el mundo quiere ser feliz” y “La eternidad”.
Y fue en el solo de “Krishna roll” y en “Ns/Nc”, donde junto a los hermanos ALOE en bajo y guitarra; HERNAN BAZZANO (guitarra) y FERNANDO RICCIARDI (batería) terminaron de crear un clima descocado que a esa altura de la noche, hacía parecer ya todo irreal.
En “Para mi que no estás bien”, se esperaba la presencia de MIMI ACEVEDO -la mujer de ROTMAN- pero no apareció hasta casi el final del show, en “Sombras de la noche”, canción que se encuentra en el nuevo disco en vivo y que ROTMAN definió como “un disco muy pirata que todavía estamos pagando, pero disco en el que muchos de ustedes están ahí”.
¿Qué decir de esos tres o cuatro minutos que encontró a la pareja arriba del escenario? Sirvió para demostrar que es la pareja con más onda del Rock Nacional y que ¡la actitud! de ROTMAN (una especie de súper macho enamorado) y la dulzura, frescura y sensualidad que emana MIMI (¡grande MIMI!) funcionan como un todo único, indisoluble y magnético, que emociona y electriza la piel.
“Vamos llegando al final de este problema…” agregó el ex CADILLAC (estrenando sus 42 años) para darle mecha a otras de las canciones que, según el cumpleañero, “fueron hechas en un cuarto por gente sensible”: “El mundo es tuyo”, “Dr Lee” y “Deja que te diga”.
Cerraron con “Reuters”, un cover eclipsante de THE WIRE.
Antes de despedirse, CIENFUEGOS juró volver a encontrarse con su público en diciembre, en Niceto, para seguir con el destello de esas lindas dosis de punk rock sin espíritu adolescente que tanto escasea en esta época.
“La ultima banda punk de la Argentina” dijo alguien a la salida… puede discutirse, pero no que cada presentación de CIENFUEGOS sea ese fugaz respiro para la salvación el alma…
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