SHOWS

El artista

Por  | 

Elton John volvió al país para demostrar porqué después de tantos años sigue en la cima. El show fue en Vélez, el sábado.

Hay un momento clave durante el show de Elton John en Vélez, que es para mí donde realmente empieza. Suena “Tiny Dancer” e inmediatamente uno lo asocia a la escena de la película “Casi Famosos”, donde la banda protagonista del film, al borde del colapso, canta esta canción en el micro de gira. El frío, el distante público, el mal sonido; todo desaparece después de esa canción y aparece el verdadero Elton; aparece su música, que traspasa géneros y generaciones.

El show no había empezado del todo bien. El complicado clima atentaba contra el comienzo con “The Bitch is Back” y “Bennie & The Jets”, además de confirmar que el público argentino prefiere al John baladista de los 80 y 90, mas que al compositor de los 70. Un poco al revés del mundo. Por eso no sorprende que composiciones como “Levon” o “Philadelphia Freedom” pasen un tanto desapercibidas, cosa que es una lastima ya que Sir Elton tiene detrás una big band hecha a medida para lucir sus canciones. Y da la sensación de que composiciones excelsas como “Mona Lisas & Mad Hatters” no quedarán en la memoria de los presentes. Pero hay a un acierto, y es que tanto cámaras como sonido se encarga de destacar lo buen instrumentista que es el pianista. Un gran ejemplo de esto es “Funeral For a Friend”, básicamente una canción de rock progresivo donde la banda liderada por los históricos Nigel Olsson (batería). Davey Johnstone (guitarra) y Matt Bisonette (bajo) realmente se destaca y hace uno olvidar el show de quien vino a ver. Podríamos estar en un concierto de Yes tranquilamente. Y siempre respetando la canción como originalmente fue concebida, cosa que podía tomarse como extraña en músicos con más de cuarenta años de carrera.

Y aunque el publico aprecia esto, aprecia más “Rocket Man”, “Goodbye Yellow Brick Road” o “Candle in the Wind”, que son la viva demostración de lo prolífico que es el pianista como compositor. Creo que solo Paul McCartney  puede discutirle el título de músico con más cantidad de clásicos.

Tal es el magnetismo del inglés, que los momentos más intensos son cuando esta prácticamente solo en el escenario. Hablamos de canciones como “Sorry seems to be the hardest word” o “The one”, completamente desnudas, mostrando la artesanía del hombre y llevarlo a magnitudes épicas con “Don’t let the sun go down on me”

La comunicación con el publico no es mucha; un poco de flores a la ciudad, a la audiencia y más que nada recibir el calor de la gente; a los 65 años y con todo el dinero del mundo, es lo que más motiva a gente como ellos. Incluso el momento con “Crocodile rock” es tan divertido que le perdonamos tan horrible canción (tal vez porque recuerda demasiado a Palito Ortega), sobre todo porque después lo compensa con “Saturday Night’s Arlright For Fighting” para demostrar cómo es que se hacía hace cuarenta años y cómo se sigue haciendo con “Hey Ahab” de hace dos años atrás. Si bien es una gira que apunta a la nostalgia, él no tiene nada que demostrar a esta altura.

El fin es con “Your Song”, dedicada a la ciudad. Una canción tan sencilla y delicada que tendría que ser patrimonio de la humanidad. Un final correcto para un show correcto; Elton John no hace música de estadios y eso se nota y repercute. Nadie va a salir con la cabeza rota en mil pedazos de uno de sus recitales, pero puede salir muy conmovido. Porque ahí esta su fuerte.

*Foto por Teleshow.com

azafatodegira.com

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión