De tal PAPPO, tal astilla

Hay que admitir que debe ser bastante engorroso para LUCIANO NAPOLITANO el haber decidido continuar en la misma faceta de su progenitor, ser reconocido como “la banda del hijo de…”, ya que de alguna manera, como que le quita personalidad a lo que uno hace, y también cuesta despegar para buscar un rumbo propio en la carrera de uno.

Pero cargar a cuestas con el apellido NAPOLITANO, como bien dijo LUCIANO en una nota en este medio hace unos días (”mi viejo me dice “¿Viste? Ahora sos vos PAPPO. Ahora tenés que empezar a hacerte cargo vos de la máquina del rock”) es algo que no se puede evitar.

Otra cosa que hay que admitir es que LUCIANO heredó todos los genes de su padre, ya sea desde el tono de voz (es increíble el parecido, sólo le falta pedir sandwiches de miga), además de la magia que carga en esos diez dedos con los cuales recorre las seis cuerdas de su ESP de una manera casi frenética, dibujando las notas de sus canciones, como ”Botellero”,”Los bares”, o las que forman parte de la historia del CARPO: ”No obstante lo cual”, “Macadam 3,2,1,0” de RIFF, o bien ”Fiesta cervezal”, ya de la época de PAPPO´S BLUES.

En el show también hubo un mini homenaje a BlACK SABBATH, a quienes versionaban en los comienzos de la banda (recordemos que LOVORNE, viene del juego de palabras de los bornes del motor, junto al apellido de OZZY), junto al cantante y al guitarrista de SABATICA, haciendo la seguidilla de ”Paranoid”, “Iron man” y “Childrens of the grave”, de la banda de Birmingham.

La hora de cerrar se fue acercando (recordemos que ahora hay que respetar horarios en el rock), y las últimas notas que fueron saliendo de los Marshall valvulares, anunciando el fin de la noche, fueron acompañadas por los ya conocidos coros que rezan ”Me sigue gustando el cabareeeeeet”. No olvidar tampoco la labor de LA MORRIS, que en poco más de cuarenta minutos impregnó de rock and roll el escenario de Congreso, dejando todo a punto en el lugar para que suceda todo lo que acaban de leer.

Sin más que decir, gracias familia NAPOLITANO por tanta magia.