RESEÑAS

San Nicolás Rock – Día 1

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Desde temprano empezaron a sonar las bandas y, mientras llegaban los primeros entusiastas, los encargados de abrir el show del día sábado fueron LIQUIDO y DR. MOSKITO.

Mucho más público pudo ver a LOS VANDALOS, la banda de Rosario que mostró su rock and blues, levantó algunos aplausos entre los presentes e hizo bailar a los que habían hecho unos kilómetros solo para verlos.

El crédito local, IMPOSTORES, sacó a relucir sus garras y se despachó con diez temas, donde se vio actitud punk de voces claras y un fuerte apoyo de los chicos de San Nicolás, que se metían a las trompadas en el pogo más violento de toda la fecha.

Como en todos los festivales, en este también había un presentador, que en este caso no solo nombraba a las bandas sino que arengaba al público como lo hace MARLEY (no BOB, el otro) con la tribuna de “Operación triunfo”. “A ver como gritan las chicas por Manu”, tronó su voz antes de que salga a escena LA MANCHA DE ROLANDO.

Los del sur de Buenos Aires salieron con “La planta” y su nuevo hit “Arde la ciudad”, a mostrarle a San Nicolás su rock de guitarras y sus canciones pegadizas, que hicieron despertar en la platea a muchos que le peleaban al bostezo.

“Entre Ríos” desató una furia bailable proveniente de la guitarra del colorado FRANCHI, y cuando sonó “Calavera”, el tumulto de mujercitas era una locurita incontrolable de risas y empujones.

A los costados del escenario existían dos pantallas que no mostraron imágenes de lo que ocurría sobre las tablas en ningún momento del festival, sino que pasaban chivos de deliverys, restaurantes y mensajes de la intendencia.

La imagen cómica fue cuando LA MANCHA le cantó su oda a la marihuana, “Mi semilla”, de LA VELA PUERCA, al mismo tiempo que las pantallas decían “No a la droga, sí a la vida”.

Un grupito de unos ocho amigos de Villa Constitución que no superaban los 12 años, empilchados con remeras metaleras y su ansiedad a cuestas, se encargaron de describir lo que más los impresionó del show de HORCAS, sus preferidos de la noche.

“Lo mejor es la voz de MEZA, sin dudas” dice uno, mientras otro lo interrumpe: “las violas, las violas, eso es lo mejor”, y salta un enano y aclara: “la primera viola es el fuerte de la banda”. Impecables los gustos de estos niños que hacen pensar en la larga vida del metal argento.

Con algunos problemitas en el micrófono, pero con la fuerza de siempre, HORCAS agitó durante casi una hora, en la que sonaron “Vencer”, “Argentina, tus hijos” y “Solución suicida”, entre otras.

Con su faceta más electrónica y de machaque jugó CATUPECU MACHU ante los Nicoleños, alargando cada tema con bases y con punteos, con repeticiones, y con incitaciones al pogo clubber. La gente, que a esa altura superaba las mil cuatrocientas personas, los recibió con mucha adrenalina, copándose con la propuesta y pidiendo también los clásicos radiales.

Abrieron con “Oxido en el aire” y la lista siguió con mucho de lo nuevo de la banda. Existía la posibilidad de que repasen temas viejos como lo habían hecho en Peteco’s, pero lamentablemente no pudo ser.

FERNANDO RUIZ DIAZ, más showman que nunca, mostraba todos sus pasos de baile y se metía al publico en el bolsillo de su capa. “Batalla” tuvo un cuelgue de sonidos, donde GABRIEL le pegaba a las cuerdas por momentos y punteaba salvajemente en otros, todo sobre las bases de MACABRE.

El momento cumbre de toda la jornada fue cuando todo el microestadio se puso de pie para corear “A veces vuelvo”, ese hermoso tema del último disco que tiene un estribillo que una vez que se mete rebota en la cabeza sin parar.

Con el culto a la disco sonó “Eso vive”, para dar paso al interminable “Dale” y a “Hechizo”, el cover de los HEROES DEL SILENCIO. CATUPECU redondeó una actuación más que buena, donde la gente gritó, cantó y saltó.

El final quedaba para ATTAQUE 77, que repasó muchos clásicos y temas de su último disco, en una noche en la que estuvieron particularmente distendidos y con ganas de divertirse.

Arrancaron con “Dame, dame, dame”, aquel cover de ABBA, y fueron sonando bajo la voz cada vez más prolija -¿y menos punk?- de CIRO PERTUSI. Le siguieron “Onírico”, “El perro” y la aventurera canción sobre la vida de RENE FAVALORO, “Western”.

Por primera vez la pantalla mandaba imágenes que no eran publicidades ni mensajes, y así se pudo ver un retrato de Favaloro, la imagen de un dentista terrorífico en “Barredas’s way” y luego la superoposición de la cara de un diablo con la de Menem para “Neo Satán”. ¡Asustaba y mucho!

El sonido epiléptico de “Morbo Porno”, la realidad de “Santiago”, “Setentistas” (dedicada al ejemplo que son los obreros de la ex Zanon en Neuquen) y un contacto cercano con el público generaban grandes momentos en la noche.

LUCIANO se pone a chamuyar con los que estaban impregnados en la barra y estos le piden un tema, él responde y, fuera de lista, hacen “El cielo puede esperar”.

Entrada en la madrugada, sonaron clásicos como “Por que te vas” y “Donde las águilas se atreven”, para cerrar a puro recuerdo una velada completísima de rock en San Nicolás.

Con gente de gustos variados, bandas de todos los estilos, y por sobre todas las cosas con muchas ganas de tener rock en la ciudad, San Nicolás pudo disfrutar de una fecha de rock de las grandes ligas.

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