Un show oculto

Con el complicado 2005 que se está viviendo, no sorprende que una banda recién se presente por primera vez en el año en junio, es decir a mitad de año. Tampoco debe sorprender que, debido a la escasez de lugares para tocar, un mismo local pueda ofrecer tres recitales en una misma jornada. Este era el panorama de sábado a la noche en La Trastienda. La banda era TOTUS TOSS y su turno era a las 0:30.

Cerca de la medianoche empezó a llegar la gente, que se mezclaba con los que estaban comiendo o tomando algo y con los que salían del recital anterior. (Consejo práctico: no se olviden de llevar el documento si van a un recital después de las doce de la noche porque no van a poder entrar).

Unos minutos después se abrieron las puertas y a las 0:50 se corrió el telón y empezó el show. La gente se acercó al escenario mientras sonaba el primer tema, “Turbina”. Pegado, con tiempo para que el cantante DIAGO BERTA dijera apenas “Buenas noches”, siguieron con “Hasta lo más alto”, en la que el público hizo de coro. A pesar que no eran muchos, mostraban mucho entusiasmo y cuando tocaron “Tornasol” y “Boomerang” ya se había formado un círculo frente al escenario en un pogo disperso pero con ganas.

En el escenario los músicos ponían lo suyo: el cantante no paraba de bailar y moverse de un extremo al otro, además de alentar al público a que se mueva y cante; el guitarrista LISARDO ALVAREZ también aportaba su movimiento, el bajista JULIO MUÑOZ no se corrió mucho de su micrófono pero se escuchaba con mucha claridad y el baterista MARCELO BARAJ es un caso para destacar: toca prácticamente quieto pero suena muy potente.

Animado por la calidez del público, DIAGO expresó su alegría: “Estamos muy contentos de ver a tantos amigos y tanta gente que uno quiere tanto, esto es impagable”.
Alguien se acercó desde abajo del escenario y le dio unos calcos que el cantante empezó a tirar y repartir entre la gente, que los recibía y volvía a tirar. Tanto festejo no impidió que el frontman hiciera la primera crítica de la noche. Después de agradecer a los que los siguen dijo: “Es un abuso lo que sale la entrada, pero después de lo que pasó los lugares se aprovechan. Pero es esto o no tocar”.

Mientras lo aplaudían, LISARDO ALVAREZ anunció el bloque de temas nuevos que se venía: “Estamos adelantando canciones que nos van a emocionar dentro de poco”. Así se escucharon “Carta”, “Armonía” y “Canción aliento”, que tuvieron buena aceptación y que siguen el estilo presentado en su primer disco “Inflamable alma”: una justa mezcla entre el hardcore y el tecno rock con prolijas melodías. Aunque ellos se ubican en otro género, “el otro día dijeron que somos nü metal, pero esto es metal, nada de nü” aclaró BERTA.

A las novedades le siguió uno de los temas más conocidos, que el cantante anunció diciendo: “A veces parece que no podés más pero se puede, siempre seguís un poquito”, y arrancó “Avalancha”.

Mientras los músicos tomaban un respiro, DIAGO hizo la segunda crítica de la noche: “Qué loco, TOTUS TOSS en La Trastienda, el show con menos publicidad de nuestra historia” y presentaron otros dos temas nuevos: “1000 reflejos” y “Resonar”.

Luego sonó “DDT Piel”, otro tema del primer disco que presentaron como “una mezcla entre CATUPECU MACHU y SANTOS INOCENTES”. Para cerrar el momento pesado de la noche tocaron “Que me consuma”.

Le pegaron otro estreno: “Luminaria”. Frente a tanta novedad a LISARDO se le ocurrió comparar a la banda con una chica de 15 años “porque estamos de estreno”, pero DIAGO arruinó la metáfora aclarando que a esta canción “siempre la canto para el orto”.
Tocaron dos temas más, “Aunque me cueste” y “You really got me”, una versión rapidísima y fuerte del tema de los KINKS.

En ese momento hicieron una breve pausa donde se fueron del escenario. Volvieron a los pocos segundos para los dos últimos temas: “Mal de ojos” y “Fluorescente corazón”, los más difundidos debido a la rotación de sus videos.

Tratando de seguir en pie y buscando una identidad propia aunque con influencias develadas, cumplieron con creces su presentación, poniendo mucha energía ahora que las cosas parecen un poco más cuesta arriba. Esa fue la verdadera despedida de un show de poco más de una hora, donde agradecieron nuevamente a la gente y prometieron un “nos vemos pronto”, aunque no se sabe cuando puede ser pronto en el circuito rockero de la actualidad.