RESEÑAS
Sucio pero bueno

Noche de viernes. Un manto de lluvia cubría Buenos Aires, cuando a las 10 en punto, la gente comenzaba a ingresar al lugar que, una vez más, volvía a ofrecerse -con valederos fundamentos- como parada obligada para agitar ciertos roncanroles.
Mucho fleco stone en el público que se iba acercando de a poco al Marquee; seguramente la lluvia fue un factor importante para la poca cantidad de espectadores que en un principio tuvieron los chicos de SAKEMBLUS, primera banda telonera de la velada. La segunda en subir al escenario fue VAGABUNDOS, con propios seguidores.
Ambos grupos sonaron bastante bien y, como seguramente cualquier banda pretende hacer, buscan generar una identidad musical propia, algo que sin dudas no es nada fácil, pero que con más años de rodaje se puede lograr. En los casos de SAKEMBLUS y VAGABUNDOS, suena lógico que todavía sea muy fuerte la influencia de VIEJAS LOCAS. Es más, se pudieron escuchar covers de INTOXICADOS, bien versionados, en la primera etapa de la jornada roncanrolera.
Ahora sí, manos a la obra
Ya pasaba la 1 en la madrugada porteña cuando JULIAN (voz), DIEGO (batería), EDUARDO (bajo), JORGE (armónica), JUAN (primera guitarra) y ADRIAN (guitarra rítmica) subían al escenario para comenzar con su TRABAJO SUCIO en el Marquee.
El ambiente ya era otro, el recinto estaba mucho más poblado para la aparición de la banda de fondo que tuvo la noche. Se pudo ver en un principio la tapa del primer y único disco del grupo –homónimo- proyectada en la pantalla, que se ubicaba a lo alto y por detrás de los protagonistas de la escena rock del momento.
Antes que sonaran los primeros acordes se exhibió un breve video en el que los integrantes de TRABAJO le mostraban a su público la etapa previa a la doble presentación de viernes y sábado. De ahí en más comenzaba el show y el contacto directo entre la banda y sus seguidores.
“Buenas noches, vamos a empezar a cantar, ¡todos juntos!” daba paso a “Pegan”, el último corte del disco que en esta oportunidad abría el recital, seguido por “Hoguera”. Se evidenció desde estos dos primeros temas un problema con el sonido, que era responsabilidad exclusiva del lugar: la voz de JULIAN casi no se escuchaba.
El inconveniente no se solucionaba; pasó un tema nuevo –“Nada tengo”– que arrancó aplausos por doquier. Promediando este tercer tema se hizo un enroque de micrófonos para tratar de reparar aquella dificultad y se evidenció un cambio positivo.
“No se escucha bien la voz, ¿no?” le preguntaba el cantante a su gente una vez que el rock había parado. Tomó los dos micrófonos y volvió a consultar al público probando la acústica de ambos: “¿Éste o éste? ¡Éste!”.
El show continuaba con “Será mejor así” y “Viejo”. Mientras sonaba este último tema, se proyectó el backstage del videoclip del mismo. A pesar de la mejoría, el problema con la voz no se terminaba de solucionar por completo y sería una constante a lo largo de la noche.
“Muchas gracias, espero que la estén pasando bien y que haya valido la pena venir en este viernes tan lluvioso”, agradecía JULIAN y anunciaba: “Ahora vamos con otro tema nuevo, ojalá les guste, ‘Desgastándola’ se llama”. Siguieron “Hasta la última nota”, “Si nos lleva igual” (también nuevo) y “Hard to be”, el cover de VAUGHAN que interpretaron en versión castellanizada.
Pasó “A ver”, que antecedió a otros dos temas que formarán parte del próximo disco que sacará la banda: “Empezar del final” y “Él nació”. Según aseguró la voz del grupo, lo nuevo de TRABAJO SUCIO saldrá a mediados de julio, y vendrá de la mano con su segundo video.
Faltaba un tema para cerrar el recital con un enérgico pogo, y JULIAN se encargó de anunciarlo: “Para la gente de siempre, que nunca nos abandonó, que nunca nos dejó”. En el medio del esperado “Nunca te dejé”, el cantante cambió su vestimenta y pasó a lucir un buzo con alguna famosa lengua que simboliza a la banda de rock and roll que seguramente motivó directa o indirectamente la formación de TRABAJO SUCIO (nombre de un disco de los ROLLING STONES)
Parecía que todo terminaba allí, pero ante el repetido pedido del público los chicos tocaron un tema más, otro nuevo: “Eso que vos sentís”. Ahora sí, era el final definitivo y lo último que bajó del escenario fue un “hasta mañana”.
Seguramente más sucio que otras veces por algún inconveniente de sonido del Marquee, la banda hizo honor a su nombre, pero no sólo por el aspecto calificativo del mismo, sino también por la garra que le metieron, porque salieron adelante y por la fuerza característica que transmite TRABAJO SUCIO desde el escenario en cada presentación.
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