RESEÑAS
Ser feliz con un botón

El recital estaba anunciado a las 20.00 hs puntual. Llegamos a las 21.30 y todavía estaba probando sonido una de las bandas soportes. Esto ya nos puso un poco de mal humor, y encima el frío que hacía dentro de Cemento era increíble, si te quedabas sentado te congelabas. Pero de todas formas decidimos tomarnos la situación lo mejor posible y disfrutar lo que vendría.
CAU CAMBA fue la primera banda en salir a escena a las diez de la noche. El trío de rock y funk tocó media hora frente a un escaso público, y entre otros temas sonó “Date cuenta”. Un detalle interesante es que la mayor parte de las canciones son cantadas por el baterista. A pesar de que la banda puso todo sobre el escenario, no alcanzó para calentar el ambiente, ya que la mayoría de los presentes esperaban a la banda principal de la noche. Igual se fueron a casa con sus merecidos aplausos.
Luego fue el turno de RODOLFOCONTODO, que empezó su set con temas bien tranquilos, pero terminó, como no podía ser de otra forma, con todo. Canciones muy largas, que iban creando climas invitando al cuelgue y al sosiego para luego arrancar al oyente de ese estado de cuasi letargo y sumergirlo en el delirio y la energía. Lo que en un principio no cerraba demasiado terminó ganándose los aplausos de todos los presentes, y la banda realmente sonó muy bien.
Y acá abro un pequeño paréntesis para comentar un hecho triste desde mi punto de vista, pero divertido para la mayoría (sobre todo hombres): los que estábamos más alejados del escenario fuimos testigos de una pelea femenina, con los infaltables tirones de pelo y arañazos, pero también con patadas y manotazos. La verdad que estas chicas se dieron duro, hasta que luego de un largo rato alguien se animó a separarlas. Y cada una se fue por su lado como si nada, arreglándose el pelito y la ropa. Dos ladies. Lo peor de todo es que seguramente el motivo de la lucha era un tipo. En fin, estas cosas pasan hasta en las mejores familias…
Apretá el botón
Y finalmente llegó el momento de la banda principal. Los músicos salieron al escenario ante los gritos y aplausos de sus seguidores. Un hombre de traje y gafas de sol ofició de presentador, y BAMBU arrancó con “Rápido”, “Romper el vidrio” y “Venecia en karma”. Luego de estos temas, MATIAS MARTINELLI (voz y guitarra) se dirigió a su público, y tras agradecerles su presencia, comentó cuál era el objetivo de este show: presentar su primer y tan esperado disco “El botón mágico para la felicidad”.
Así sonaron “Empezar”, “Lejos” y “Pensar A”. En esta última canción se destacaron SEBASTIAN y ANDREA, en cello y violín respectivamente, que ante un silencio absoluto desplegaron sus melodías transportando a los presentes en un viaje mental hacia alguna dimensión desconocida –luego bajados abruptamente por una potente percusión-.
Y BAMBU es así: pasa de un reggae a un rock potente; combina el grunge con un ska. Va y viene por distintos estilos, y lo hace muy bien. Y sus seguidores cantan cada tema como si fuera el último, y en muchos casos el cantante les cede la voz, y no lo defraudan.
Otros de los temas que sonaron fueron “La rama de la suerte”, “Un poco más”, “Remolinos” y “El botón mágico” (I y II).
Ya llegando al final, suena “La ranita” y MATIAS se despide “quiero decirles gracias por estar acá, es una emoción muy grande”, y realmente se lo notaba emocionado y agradecido con su público.
Tras unos minutos los músicos vuelven para los bises, frente al pedido de los presentes que, entre gritos, silbidos y cantitos, alentaban a la banda. “Pensar B” y “Ballet caótico” fueron la despedida. “Loco, gracias” sintetiza el cantante, y llueven los aplausos hacia la banda.
La felicidad solo dura unos instantes, y sin dudas este fue un instante feliz tanto para BAMBU como para sus seguidores. Parece que el botón funcionó…
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