RESEÑAS
Cuerdas, gargantas y cables

ANDREA PRODAN me cae muy bien y hasta me permito reconocerle cierto talento artístico, aún cuando, injustamente, se lo considere tan sólo como “el hermano de…”. Creo que se niega a vivir o refugiarse a la sombra del “monumento” a LUCA como tantos otros necrofílicos del rock, y eso ya es más que digno.
Musicalmente, lo primero (y casi lo último) que supimos de él fue su disco “A Viva Voce”, original proyecto donde el propio ANDREA interpretaba vocalmente los instrumentos de cada canción, yendo del punk al reggae, de la canzzonetta italiana al folk, vagando alrededor del rock, con humor, pero sin perder el rumbo de una travesía principalmente musical, demostrando que un hombre solo puede hacer mucho.
Pero de aquel disco pasaron ya casi diez años y camino al show la principal incógnita era saber de qué iba su nueva incursión en la música. (¿Tocará algún tema de SUMO?, ¿Irá SOKOL, que últimamente parece que va a cualquier show al que lo inviten? me preguntaba un amigo). Dudas y más dudas.
Cerca de la 1:30, en Crimson ya estaban tocando LOS VICIOS DE PANCRACIO, cuarteto rockero con “aplanadora” influencia musical, especialmente notables en la voz del cantante, el bajista (obviamente salvando las distancias) y en el repertorio que incluía ”Cielito Lindo”, “Ala delta” y un cover de DEEP PURPLE. Supieron entretener muy bien al público.
Al rato, salieron ANDREA y su grupo, clásicos y básicos. Bajo, guitarra y batería. PRODAN con guitarra al cuello. ¿El repertorio?, bueno quienes conozcan algo del background musical de LUCA, sabrán que entre los hermanos compartían muchos gustos, especialmente la admiración por el DAVID BOWIE modelo ’70, el viejo LOU REED, SEX PISTOLS, el post punk, JOY DIVISION, WIRE, TELEVISION y más…(uy, nombré tantos grupos viejos que ya me siento un pequeño ALFREDO ROSSO, pero sin ese tonito de profe copado de “Historia del rock I”, que embole!).
El show arrancó con “Loop” y “Minister”, ambos temas en la misma onda post punk inglés, ambos pegadores, con punteos de guitarra súper simples pero efectivos, contagiosos, de los que saltan durante toda la canción. Todos los temas son en inglés y ese simple detalle refuerza el espíritu del género y hace que cada tema suene más agradable al oído, sumado esto a la muy buena interpretación de ANDREA.
Gracias a la pericia de este cronista y su fiel compañero, al terminar el show pudimos rescatar la lista de temas que usó el cantante, lo cual nos permitió reconocer las canciones, aunque los títulos de cada una seguramente varían respecto de sus originales. Por ejemplo, el tercer tema fue “Pelotas”, canción que supongo no se llamará así, pero que lleva ese apodo porque según el autor “es un tema que le regalé a LAS PELOTAS, pero ellos no lo quisieron usar. Entonces lo toco yo”. El tema suena cercano a la banda de DAFUNCCHIO y cía., de la etapa “Corderos en la Noche”. Rock marchante que machaca el ritmo rústicamente pero no deja de ser una canción ni pierde melodías.
Tras el galopar de temas como “Punk” o “Aeroplane”, el clima se entibia y llegan el oscuro y cambiante “Confused” y la relajada “Vanishing”, delicadamente interpretada por la soledad de ANDREA, con el grupo desvaneciéndose a sus espaldas y la voz cavernosa intimando con el lugar.
Y sí, también hubo covers. Primero “Baby wont you follow me home”, del primer disco de BOB DYLAN, dedicada a los americanos que están contra Bush y su desamparo; y el hiperclásico y legendario “Redemption Song” en castellano, en una traducción más que correcta y una versión sutil.
El final llegó con el grupo de nuevo sobre el escenario para subir el volumen y tocar “Mind the Gap” primero -único tema sobreviviente de “A Viva Voce”-, “Hunk” y “Last Train” después. Para el cierre, ANDREA dejó “EC/PC”, mezcla de homenaje y fina ironía dedicada al grupo de los hermanos YOUNG. “Es un tema de rock fácil y es por eso que nos gusta el rock, por que es fácil!” dijo el cantante y se despachó con un rock and roll que recorría los vicios y las virtudes del género.
El final fue con “Escocés”, súper rock inspirado en los viejos temas de ZIGGY STARDUST, los que iban ascendiendo poco a poco, tejiendo el clima épico a guitarrazos, con fuerza y emoción, elevando la canción bien alto, con un solo imposible que hizo recordar al enorme de MICK RONSON y esos punteos estiradísimos y perfectos sin los cuales canciones como ”Moonage Daydream” o ”Rock ‘n Roll Suicide” no hubieran sido tan perfectas. Después de semejante final, chau y gracias. ¿Y los temas de SUMO? me repetía mi amigo Bueno, habrá que ir a verlos a El Teatro, cuando toque DIVIDIDOS o LAS PELOTAS.
¿Qué será del futuro musical de ANDREA PRODAN? No lo sé, pero en cualquier caso, tras tan agradable muestra de una vieja receta musical muy bien preparada, los augurios son muy buenos.
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