RESEÑAS

25 años de blues y cerveza

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Pasado y presente

De la Estación Floresta se tuvieron que escapar esa noche oscura del 78. Escaparon de la policía con las guitarras y la armónica casi por el piso, escabullidos por ese túnel salvador que los llevó en un viaje cósmico e infinito entre B.B KING, JHON LEE HOOKER, ROBERT JOHNSON y MUDDY WATERS a esta realidad de hoy llamada MEMPHIS LA BLUSERA.

El 5 de Mayo de 1978, en el Club Unione e Benevolenza de la calle Cangallo, nacía MEMPHIS LA BLUSERA sin ADRIAN OTERO. Nacía una de las bandas más representativas del blues local. “Blues de las 6 y 30”, “El Trepador”, “Perro Llorón” y “Eugenia” fueron los primeros temas. Aquellos años fueron duros, OTERO se hizo cargo de las voces recién en 1980 luego de un viaje de dos años por Centroamérica y Europa.

MEMPHIS cambió, y con ADRIAN vuelto de su viaje, comenzaron a alquilar lugares más grandes como Cemento, donde los alcanzaban a ver unas mil personas por noche, hasta que en 1982 se presentaron en el B.A Rock, festival que para ellos quedará en el olvido, cuando el publico netamente rockero, los llenó de naranjazos. En 1983 grabaron su primer Lp “Alma bajo la lluvia” que tuvo una gran repercusión en el under pero poco apoyo de la compañía discográfica.

En una mesa de la Pizzería Universal en la esquina de Av. Rivadavia y Lacarra, se conocieron DANIEL BEISERMAN, EMILIO VILLANUEVA y ADRIAN OTERO. en este sábado 12 de junio un OTERO vestido de remera roja, los zapatos más brillosos de mundo y sentado en el camarín de Hangar, aguardaba con sus compañeros la salida a escena ante la expectativa de unas 200 personas.

Presente y futuro

20:00 hs. En la plaza de Mayo los afiches rojos no mentían: “Fiesta de la cerveza, Blues en Hangar, sábado 12 de junio 22 Hs. MEMPHIS LA BLUSERA, LA SUBTERRANEA Y EL VICIO.” Había que ir, “el 86 te deja en la puerta” me gritó un barrendero.

21:30 hs. En Hangar no había nadie. Solo yo, el frío y mi cuadernito. Un rato antes le había preguntado la hora a un vecino del local que me dijo: “Las tres y media, pibe”. Seguramente tenia dado vuelta el reloj.
Tímidamente y con las manos congeladas me acerqué a la puerta donde había un timbre viejo. “¿No sabes a que hora abren?”, le pregunté apenas abrió la puerta un pelado con la pechera naranja de seguridad. “Diez, diez y media abrimos, esto va a explotar, adentro está calentito, va a estar re bueno”, me dijo frotándose las manos y mirando para otro lado.

23:15 hs. La cola de no más de 50 personas comenzaba a avanzar. Había que entrar rápido, el frío era más fuerte que la remera y el pulóver.
EL VICIO cumplió con lo pedido: hacer mover las caderas de los pocos presentes. “Todo un palo” fue la más coreada. El cover de LOS REDONDOS daba justo en el blanco. Siete integrantes y rockanroll, nada más.

LA SUBTERRANEA fue vitalidad y boggie, y salió ilesa fusionando armónica, saxo y un dulce rockanroll. El día anterior también había teloneado a LA MISSISSIPPI, el otro tanque del blues. El cantante, lo más parecido a ALEJANDRO SOKOL. Punto aparte.

02:15 hs. AM Al fin salió MEMPHIS a escena. Cuando sonó el primer acorde de “La flor más bella”, la gente gritó una especie de sapucai blusero. Algunos con demasiados recitales encima bailaban a los costados del campo desolado. Pogo y bengala: olvídense. “Blues de Rosario” y el viejísimo “Nunca tuve tanto blues” los cantaron de punta a punta los poquitos fanáticos que no encontraban eco en los demás asistentes, que solo habían ido a Liniers a bailar.

El nuevo tema “Que la vida siga” pinta como el nuevo hit que las FM harán sonar en estos días hasta el hartazgo. Pegado al acople de la guitarra de LUCAS SEDLER, ADRIAN OTERO introdujo el clásico “Moscato, pizza y fainá”. “La astronomía se hace presente como en cada una de nuestras presentaciones” y la gente loca, bailando y levantando los brazos, tarareando la canción que entera no sabían.

“Sopa de Letras” insinuó un pogo con escasos adeptos. Seguía haciendo frío y la situación no cambiaba. Los punteos de SEDLER ponían un poco de ritmo y calor a la noche. El guitarrista se llevó el premio chamigo a la interpretación. Para cerrar no se esperaba más que “La bifurcada” y “Dame tu amor”, que comenzó con un solo increíble de batería a cargo de MARCELO MIRA, despertando a las parejitas del fondo, que solo querían escuchar los hits. Antes del último, ADRIAN OTERO gritó un “¡25 años de blues y rock esta noche en Liniers, para todo el oeste porteño!”. Silencio. Con el grito anticipó el nuevo disco que servirá como festejo eterno y futuro próximo, por supuesto, repleto de clásicos.

03:45 hs. AM El mini recital lo cerró “Rodar o morir”. Catorce temas ejecutados en una hora y media. La fiesta siguió de la mano de la cerveza, se quedaron algunos trasnochados escuchando “Venganza de los muertos pobres” de BERSUIT, que los parlantes escupían a la pista donde no habían más de 50 personas bailando.

MEMPHIS es una mezcla rara de saxofón y calle Corrientes, una mezcla de ascenso y descenso, de virtuosismo y desgano, aburrimiento y chiste, blues y dedicación. Un ejemplo de perseverancia en 25 años de trabajo. Sin embargo, las ultimas apariciones en campañas políticas le jugaron una mala pasada a la banda que se presentó este último sábado en un Hangar raleado, nunca antes tan vacío de gente y sentimiento.

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