MIMI MAURA presentó su “Frenesí”

Si hay algo que me llamó la atención del show del sábado fue el juego dialéctico en el que se desenvolvió. La entrada salía veinte mangos, por ende no había tanta gente. Y los que se dignaron a pagarla –“como buenos fanáticos”- o se mostraron fríos o no le dieron pelota.

Minderley sale a escena entonando “Con el diablo en el cuerpo”. Luce un vestido negro y bailotea sobre el escenario. Suena “La huella” y el público la acompaña con palmas. Es sumamente glamourosa y elegante. Si a eso le sumamos su frescura, afirmaríamos que la portorriqueña es realmente bella.

Preguntas y más preguntas…

Si la nota se tratase de enumerar contradicciones, podríamos seguir sin llegar demasiado profundo al desarrollo de ninguna de ellas. El quid de la cuestión pasa por desmenuzar una de ellas, aunque la tarea se torna dificultosa porque no hay una sola objeción, sino que más bien, “hay un misteriooooooo”.

¿Por qué si la entrada es cara, es la presentación de disco y la banda suena impecable, la gente no se engancha? Es cierto que cuando una nueva producción es presentada en sociedad, la abundancia de temas nuevos en muchos casos es abrumadora. Aunque “Frenesí” no tiene los veintiocho temas que los MIMI MAURA metieron en las dos horas que duró el show.

Sus integrantes hacen que de gusto escucharlos. Se imponen con su mezcla de ritmos centroamericanos, cautivando al que guste de la ausencia de acoples, violas que no suenan, agudos que atentan contra los tímpanos y demás. Al alto nivel de la performance de la banda se suma la llamativa cantante y su esposo, SERGIO ROTMAN, quien lidera los aplausos. (Nota aparte. Interrumpió demasiado a MIMI y la primera parte del show se la pasó dándole indicaciones al sonidista… Un toque denso).

La gente bailó en los hits… “¡Qué raro!”. “Yo no lloro más” y “Misterio” fueron las más festejadas. No así la que titula su nuevo disco, a mi parecer, un tema sumamente poderoso. Otro de los momentos más candentes de la velada fue la incursión de las chicas de ACTITUD MARIA MARTA. En lo personal, no me reconozco devota de las ladys del hip hop nacional, pero su intervención en la presentación sumó nuevos matices y unos cuantos grados a la sensación térmica del lugar.

“Que te pedí” fue el tema elegido para cerrar la noche. Atrás habían quedado dos horas y una buena presentación de la banda. Pero, si el público no se prende ¿es por error de la grupo? ¿veintiocho temas son demasiado? ¿la lista presentó altibajos?

Aunque por otro lado, cabe preguntarse, ¿Cuánta gente de la que había era público fiel de MIMI MAURA? ¿Eran más invitados y curiosos que fans al borde de la euforia re cagados de calor de tanto bailar? Seguramente… Cerca de la barra el olor a primera cita excéntrica (“te invito a un recital…“Che, qué original, eh?”) daba asco. ¿Por qué? Porque no le daban ni cinco de bola al show. Entonces, la muy buena performance de la banda –donde ella luce espléndida- fue para periodistas, amigos y algunos fanáticos que pagan cualquier precio por un recital y que perdonan cualquier tipo de error en la lista.