RESEÑAS

Aquellos Años Locos

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“No nene, música… era la de antes”

¿Cuántas veces habrás escuchado decir esto de la boca de tus padres o de tus abuelos? Asombrosamente, el fin de semana pasado las épocas del ayer se fusionaron con las contemporáneas resultando una mezcla rica en variedades para todo deleite.

Sus melodías huelen a flores, suenan a amor fresco y vibran con cálida inocencia. Sus letras rezan frases naif como “voy con mi chica bikini de la mano”, “te estoy conociendo poco a poco”, o “ladrones que subían por la escalera”.

UKI GOÑI, el maduro aunque apuesto cantante con nombre de gnomo, destellaba una elegancia clásica envuelto en su sastrería oscura digna de un retrato antepasado. LOS HELICOPTEROS son una de esas bandas que tocarían en un salón de baile de graduación: emanan un romanticismo joven y un pop simple y alegre que parece no tener fecha de vencimiento luego de cinco discos en su haber.

La clave de perpetuar y hacerse perennes se nutre en la magia de sus tambores, violines, maracas, pequeñas campanitas, acordeón, panderetas y otros extraordinarios instrumentos que fueron sacados de un enorme baúl cual frágiles reliquias.

Puro wadu-wadu

“Radio Venus” y “Playero Urbano” han sido algunos de los hits aclamados por su público de pelos grisáceos y rostros añejados que resplandecían resquebrajadamente a la luz de las velas.

Esta “orquesta” tendió sus primeras raíces a principios de los años 80… y veinte años más tarde celebran su regreso triunfal con su formación original ante más de 100 curiosos espectadores.

El trascendental VITICO fue invitado para lograr junto a la banda “Pep Pep Pep Pep”, tema que abrió el set de una veintena de canciones que superaron las dos horas de show en el recuerdo.

PETECO CARABAJAL, a cuestas de sus cuerdas vocales y un micro-violín, también tuvo la chance de homenajearlos en la chacarera “Que se quiebre”.

La presencia femenina no podía brillar por su ausencia, lástima que fue preferible olvidarla en este caso: la hija adolescente de CHAPETE CESAR, el baterista, procuró interpretar un tema llamado “Pregunta sin tiempo”, pero comiéndose la voz letra por letra y palabra tras palabra.

Por último, y en otro orden de cosas, dos ex-CADILLACS colaboraron con este regreso atemporal de LOS HELICOPTEROS, uno en teclados y otro articulando esos insólitos instrumentos de fábula.

Contra-cara

Si LOS HELICOPTEROS fueran un programa de TV, serían Costumbres Argentinas; si fueran un disco, serían algún compilado de MOCHIN MARAFIOTI; si fueran un solista, serían DONALD; y si fueran una estación del año, serían la primavera. Ellos son su propia banda sonora de la época en la cual brotaron.

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