Detonando sueños en Córdoba

Por Anibal Levaggi | 10 noviembre, 2003

“Detonador De Sueños”, el octavo disco de la banda, sino contamos “Documento Único”, vendió en el mismo día que salió a la venta, la friolera de cuarenta mil unidades, dando una muestra de la ansiedad del público rengo por nuevo material.

Ya desde tempranas horas del día sábado, e incluso desde el viernes, el público renguero fue copando la provincia. Con sus trapos colgados en plazas de la ciudad, así como en el alambrado que rodea el estadio, iban marcando territorio, mostrando que su ciudad, barrio o provincia estaba presente.

La previa

Cerca de la una de la tarde, la banda probó sonido en el estadio, mientras las huestes rengas se iban acercando al mismo. Luego, brindaron una corta conferencia de prensa para los medios de todo el país que fueron a cubrir la presentación.

Mientras en el estadio se iban finiquitando los últimos detalles -vallas, escenario y demás- el público se iba amuchando en los accesos del estadio para poder ingresar a vivir una nueva fiesta renga.

Pasadas las cinco de la tarde se abrieron las puertas y el público comenzó a llenar el lugar. A los saltos y gritos fueron ingresando los primeros.

Una noche mágica

Eran las diez menos cuarto de la noche cuando se apagaron las luces del estadio. Sobre el escenario se empezaron a ver tres zanquistas portando la cabeza de minotauro que ilustra el libro del cd. Uno de ellos sostenía el botón que grafica la tapa del disco, otro rompió el cristal y lo pulsó, para que la banda arrancara su show con “A tu lado”.

Una, diez, quince bengalas iluminaban a la multitud, que se movía como si todos fueran uno, no dejando espacio alguno sin saltar. Durante los primeros temas, las pantallas dejaban ver imágenes de la previa del show, los campings y el acceso.

Siguieron “Al que he sangrado”, “Detonador de sueños”, antes del cual el CHIZZO saludó y agradeció a la gente por haber viajado hasta Córdoba, y “Cuando vendrán”, en el que TETE bajó por primera vez a la valla, hecho que se repetiría varias veces durante el show.

“Estamos pasando por un eclipse…Esta es una noche mágica”, dijo el cantante haciendo mirar a todos hacia el cielo, donde se desarrollaba un eclipse total de luna. Después de “En el baldío” fue el turno de otro tema nuevo. “Como saben estamos presentando disco nuevo, uno de los temas es “El rastro de la conciencia””.

Dementes en el Chateau

Después de una breve intro, sonó “El twist del pibe”. En “Lo frágil de la locura” se unió al pogo el noventa y cinco por ciento del estadio, mientras las bengalas se multiplicaban, brindando un marco espectacular a un show que no se quedaba atrás. Siguió otro tema nuevo, en este caso, “Estado”, que fue acompañado con imágenes de protestas sociales.

Después de “Tripa y corazón”, siguió “En los brazos del sol”, “una especie de canto al sol…como los pueblos aborígenes”. En “El rito de los corazones sangrando”, la guitarra de CHIZZO dejó de funcionar, pero pareció no importar, ya que los presentes siguieron cantando, acompañados solo con el bajo y la bata.

Siguió “Dementes en el espacio” e imágenes aceleradas acompañaron al tema, así como la “rapada” del CHIZZO durante el mismo tema en River el año pasado. Luego, continuaron con “Las cosas que hace” -dedicada por el cantante a su mujer-, “Bien alto” y “Noche vudú”. “Parece que muchos saben lo que es la noche vudú me parece” presentó el cantante.

Oh soy LA RENGA

“Este es un tema muy conocido” anunciaron, antes de hacer “Somos los mismos de siempre” junto a RAUL “LOCURA” DI LELIO, ex guitarrista e invitado regular de la banda.

Para la “Balada del diablo y la muerte”, la banda presentó al segundo invitado de la noche. Así subió un chico llamado JAVIER, “un invitado de honor”, que sorprendió al grupo y al público, que lo despidió con una ovación, por como tocaba la guitarra, a pesar de faltarle algunos dedos de su mano. “Este pibe da cuenta de que cuando se quiere, se puede”, agregó, emocionado, el CHIZZO.

Dedicado a los “niños del futuro” sonó “Miralos”, luego continuó “Veneno”, el tema de LA NEGRA. En “La nave del olvido” se incluyó “Pacto tomado”, tema instrumental “fantasma” que se encuentra en su último disco.

El público comenzó a cantar eso de “…cada día te quiero mas, oh soy LA RENGA” y el cantante retrucó “nosotros los queremos más”, alimentando esa especie de comunión que hay entre la banda y su gente.

El que no salta es un botón

“Hielasangre” sonó luego de una mini presentación que habló de “esa especie de escudo que armamos” contra “esos guachos que quieren acabar con nosotros”. Mientras, en las pantallas aparecían imágenes del 19 y 20 de diciembre del 2001, con los correspondientes chiflidos ante la aparición de los “azules”.

Se fue acercando el final de la primera parte del show con “El final es en donde partí”, seguido por “El ojo del huracán”, tema de su nuevo disco.
“Bueno amigos, nos estamos yendo. Gracias por haber compartido esta noche con nosotros”, dijeron antes de “El rey de la triste felicidad”, que incluyó una especie de “procesión religiosa” en el campo. Un muñeco representando al rey encabezaba la marcha de aproximadamente quince bengalas.

Después de dos horas y cuarto, la banda dejó el escenario, para volver luego a hacer el primero de los bises.

Popurri y final

Minutos después, el grupo volvió al escenario para hacer un pequeño medley de temas rengos. Así fueron sonando uno tras otro, sin repetir y sin soplar, “Panic show”, “Arte infernal”, “Negra es mi alma, negro mi corazón” y “Me hice canción”.

También pegado, pero tocado íntegramente, sonó “El revelde”, con el que se volvieron a ir.

“Gracias loco, una masa, estuvo buenisimo” dijo el CHIZZO, para luego decir, debido a la aparición de una billetera que habían reclamado durante el show, “esto es para los que hablan giladas, que se note que estamos entre buena gente”.

“Cuando estés acá” y “La razón que te demora”, fueron los últimos temas, antes del clásico y emotivo cierre con “Hablando de la libertad”.

Final definitivo después de exactas tres horas desde el inicio del show. Mientras, el TANQUE revoleaba palillos y el TETE bajaba nuevamente a la valla para regalar púas.

El público comenzaba así su lenta desconcentración. Algunos para volver a tomar un micro que lo llevaría de nuevo a su casa, algunos yendo a disfrutar de la noche cordobesa. Eso sí, todos con la panza llena de rocanrol.
En el podio hay lugar para un solo número uno y hoy es de LA RENGA. Un soberbio disco y una presentación haciendo juego son la mejor prueba de ello.