RESEÑAS
Santo Cielo: Sancamaleon y Cielo Razzo

Desde la entrada un cartel invitada: “Pase, no muerdo”. Subiendo la escalera del Salón Pueyrredón uno podría imaginarse, por la ambientación, que estaba en cualquier tugurio de Londres o Nueva York. Pero no, era Buenos Aires 2003. ¿Estaremos en el lugar equivocado?
Era más de la una de la mañana cuando subió a escena CIELO RAZZO. Esta banda rosarina con 10 años de historia está comenzando a incursionar, paso a paso, en Buenos Aires con una fórmula que a algunos se les hace conocida. Pero que sin duda está muy bien resuelta.
Desde su primera placa “Buenas” suenan “Que sé yo”, Quizás sí” y “Bébelo”. En el transcurso del show se nota que el grupo sabe cómo presentarse en vivo. Suena lógico. En su ciudad natal crecen día a día en convocatoria y han llegado a tocar para más de 3000 personas. Canciones como “El silencio”, “Servíle” o “Quién baja la pala?” hacen bailar y saltar al público, mucho del cual vino desde el mismo Rosario a verlos. Es extraño que con sólo un disco puedan generar tanto movimiento. Les suena esto.
Presentan además dos temas nuevos: “Estrella” y “Chapa y bandera”, incluidos en su próximo disco “Código de barras”, que será editado el 25 de este mes. Para el final dejaron, quizás, los temas más festejados: “Perseguido”, “Carne 2” y “Sin salida”, concluyendo así un muy buen show.
En 1995 CIELO RAZZO compartía escenario con unos prometedores PIOJOS en Rosario. Era la presentación de “Ay Ay Ay”. LOS PIOJOS, rockeros y desfachatados, mezclaban rock´n roll con percusión. Esos sonidos, parece, se quedaron por aquellas latitudes de la Argentina. Y hoy CIELO RAZZO suena fresco y contundente como aquella banda del Palomar lo hacía en su época roja.
Sanca te ama.
Era lo que decía la remera que tenía puesta una hermosa chica. Así el mito sigue vivo. En los recitales de SANCAMALEON están las mejores minas. “Si te vas” y “El camino” para un comienzo a puro saltos. Con su ya conocida nariz de payaso FEDERICO cantaba y se ponía violento. Un balde con la figurita del santo poseía al cantante. Desde atrás alguien bendecía el recital.
”La patada”, “Hiperfugón” y “Carne” no dejan que la gente se quede quieta por mucho tiempo. Era como que todo el mundo estaba esperando para poder desatarse. “Tenemos una noticia buena y una mala”, y así el público se enteró que su primer LP no saldrá hasta el año que viene. “Milagros no”, se excusaban al fondo. Luego llegó “Uma brasileira” de OS PARALAMAS, en versión rock latina, que quedará como el primer cover en la historia de la banda.
Los temas seguían sonando y alguien comentaba que hacía mucho calor. “Chica Peruana”, “El miedo”, “Flotar” y la temperatura subía demasiado. “Arriba!” vino para que nadie se quede quieto. De repente la guitarra de DIEGO se queda sin distorsión. “Y bueno no soy perfecto”, se escucha a las espaldas. Pero el show debe continuar en el “Sambódromo”. Así, con “La venganza de la Pachamama”, “El fondo” para el final y la sensación de haber estado un rato antes en lugar indicado, terminaba el show. Nos podemos ir en paz.
En conclusión: dos bandas que vale la pena escuchar y prestarle atención.
Atención: su uso indebido causa adicción.
Una duda: ¿será verdad que SANCAMALEON estaba por ahí atrás?
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