RESEÑAS
Pop y revolución en Loca Bohemia

La movida empezó con FELIPE EL HERMOSO y PLUSHION, dos bandas jóvenes, con pocos años de tocar juntos. Las influencias evidentes: ese rock liviano que le gusta hacer a grupos como OASIS y BLUR y, según lo confesaron los mismos integrantes de ambas bandas, los locales TURF y JUANA LA LOCA.
Esto se pudo ver en el sonido buscado, en los covers elegidos y en la estructura de los temas propios. Introducciones con arpegios agudos, bastante delay y continuos cambios de ritmo; de la estrofa dulce a estribillos acelerados sin quebrar la armonía.
Con dos años encima, FELIPE EL HERMOSO, que pronto tocará en Cemento con BUDA, mostró sus canciones caracterizadas por una base limpia del órgano sobre las que se dibuja una guitarra prolija y distorsionada. El público adicto no dejó de saltar y gritar. Estuvieron ahí presentes, entre los covers, JUANA LA LOCA y TURF.
Después subió PLUSHION, grupo sub 20, llamados así al mezclar “plush” con “ión”, dos palabras que les eran atractivas. “Plushion es frescura… es actitud… es una forma de estar hoy y ahora”, explica SEBASTIAN GOMEZ MACIEL, la voz de la banda, quien toma control del escenario en busca del carisma y el estilo propio que algún día va a alcanzar.
Llama la atención ver la cara del Che dibujado sobre una viola Epiphone blanca. Poco tiene que ver con el torrente de pop que hace la banda y menos con la versión de “Song#2”, de BLUR, que abre el show. El cierre será con un “I am the walrus” sucio y aceleradito. Tema tras tema, van y vuelven los arpegios y los fraseos climáticos, con algunos interesantes cambios de ritmo y de intensidad.
Ya con el lugar cargado de amigos y curiosos, y con un calor sofocante (denunciado por las bandas desde la tarima), el rock liviano se sentó en el banco para dejar el lugar a ULIANOV, banda que nació hace unos meses y que subió a escena con energía y revolución. ¿El nombre?, viene de Vladimir Ulianov Lenin, el bolchevique que aparece bajo la estrella roja en las dos banderas que cuelgan sobre los músicos (acaso acá quedaría mejor aquella imagen del Che).
“¿Ves el reflejo pobre de la libertad?”. Sus canciones brillan con la misma intensidad que su estética. En la guitarra, aparecen por primera vez en la noche riffs pesados y armonías oscuras y disonantes.
Al lado, el bajo llama la atención con sus cinco cuerdas y un volumen que por momentos cubre al resto de la banda. Hay grandes momentos cuando estos músicos más maduros combinan metal con funk; cuando se cruzan el tapping de la guitarra y el bajo golpeado con toda la mano.
Sorprende una versión exquisita de “Ella vendrá”, aquel tema de DON CORNELIO Y LA ZONA, con un primer minuto calmo y expectante para luego atropellar con ímpetu revolucionario. También vale la pena escuchar “A tu lado”, una balada romántica que gana ternura y tensión en la voz de DIEGO.
Después, lo grotesco y el caos. SIN INTESTINO apareció como un trío punk y no dejó de mutar. “Estamos sin el cantante” explicaron, pero no aclararon porqué cambiaron también de bajista y de guitarrista durante el show. Temas propios y una distorsión rea con volúmenes que mutaron tanto como los músicos.
Cantan “se quema la carne, explota la mierda”, y mientras, siguen cambiando el escenario. Sube una segunda viola para puntear y varios amigos para corear los temas. Eso sí, los que nunca dejaron el escenario fueron la actitud punk, los cigarrillos y la cerveza.
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