RESEÑAS

Festival Jedbangers: ¡moviendo esas cabezas!

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¿Garage?

Cuando se puso de moda el rock escandinavo, con el éxito de THE HIVES (los de Hate to tell you I told you so) y otras como THE SOUNDTRACK OF OUR LIVES y HELLACOPTERS, y ahora, con el auge del retro-rock de THE STROKES, THE WHITE STRIPES y YEAH YEAH YEAHS, se volvió a hablar del rock de garage, pero… ¿qué es el rock de garage?

Básicamente riffs de guitarras distorsionadas al frente, una melodía simple y pegadiza cantada a los alaridos, un ritmo veloz, un poquito de punk, otro de glam, pop chicloso muy sixties, y surf o rockabilly a gusto. Agregar cultura trash-cowboys, vampiros, carreras de autos, look tipo John Travolta en Grease, cine clase Z, chicas a go go…-, idolatría por bandas de culto, y ya se puede hablar de garage. ¿Quedó claro?

Mandíbulas, suplencias y cuernos (o alitas)

El sexto festival Jedbangers fue muuuy garagero. THE HATES, el nuevo grupo de ELIO (ex integrante de los bizarros ELIO AND THEE HORRIBLES, que salían siempre vestidos de monstruos), fue la primera banda de las cinco en tocar. Más tarde ELIO acompañó en algunos temas a MOTOSIERRA, porque a su líder, MARCOS FERNANDEZ, le rompieron la mandíbula hace un par de semanas y está recuperándose.

Somos WHITESNAKE se presentó en broma el cantante de BUFFALO, el trío stoner que siguió, formado por antiguos miembros de NATAS y TAURA. A pesar que la voz prácticamente no se escuchó en casi todo su recital, el público aplaudió su potencia grave y su original guitarra con cuernos (¿o eran alitas?) en el extremo.

THE TORMENTOS se quedó sin baterista días antes del show, pero ALFREDO FELITTE, de THE HATES y BUFFALO, con solo un ensayo de dos horas cumplió sin problemas el rol de baterista de emergencia. Sí, FELITTE tocó con las tres primeras bandas… casi un triatlón de rock. Admirable.

Uniformados con camisas blancas de manga corta y cuello rojo, su surf instrumental al estilo DICK DALE, que podría estar sin problemas en el soundtrack de una película de Quentin Tarantino, fue sorprendente por lo original y lo bien ejecutado que estuvo. Y por lo inexplicable: ¿cómo se les ocurrió hacer este estilo en Buenos Aires, y en esta década? Lo importante es que lo hacen, y lo hacen realmente bien.

Están como un poco acelerados, loco…

Esta observación la hizo un espectador paralizado por el pogo bañado en cerveza y sudor que detonó junto a MOTOSIERRA, y no estaba errado en su apreciación. Es que lo de MOTOSIERRA fue un estallido de testosterona y adrenalina, una descarga atroz, criminal, excesiva.

Con influencias del psicópata GG ALLIN y de TURBONEGRO (los TURBONEGRO sudamericanos dijo uno de los cantantes invitados para reemplazar a MARCOS FERNANDEZ), la versión que hicieron de Now I wanna be your dog fue casi más chiflada que la original de IGGY AND THE STOOGES, y eso fue al mismo tiempo estupendo (para los fanáticos) y preocupante (por su salud mental). No duró una hora, pero fue más que suficiente para todos.

Catarsis total, a puro volumen, a máxima distorsión, a toda velocidad. Ilegal, inmoral, insalubre…¡maravilloso!

Hasta los huesos

SATAN DEALERS, el grupo de ADRIAN OUTEDA (ex NDI) en voz y pandereta y JULIÁN CHULY POGGIESE (ex FUN PEOPLE) en guitarra, no dejó que decayera la energía con una performance megarockera (que no es lo mismo que rockera de La Mega, por suerte). Emparentados al killer-rock de BACKYARD BABIES y los NEW YORK DOLLS, los SATAN DEALERS estrenaron un guitarrista y tocaron temas de su disco debut, By my side.

Rocker to the bones(rockero hasta los huesos), aparte de ser una de sus mejores canciones, bien podría ser su leit motiv, su lema. Incluso cuando reversionan joyas como Moonage Daydream de DAVID BOWIE -CIENFUEGOS también hace un muy buen cover del mismo tema-, o Bette Davies eyes, respetando la melodía pop, pero haciéndola más ardiente. Citando a Bart Simpson: Las buenas bandas están con el diablo. SATAN DEALERS cerrando el festival Jedbangers fue una prueba concluyente.

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