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Como en las mejores épocas
Slayer volvió a regalar otra obra maestra con un show asesino. Marilyn Manson cumplió con su receta, Mastodon y Stone Sour ofrecieron grandes conciertos en sus debuts y Cavalera Conspiracy mostró el reencuentro de Max e Igor. Malón, por su parte, fue el crédito local. Esto dejó la primera fecha del Maquinaria Fest.
Este festival comenzó en San Pablo en 2008 con la intención de pasar fronteras; llegó a Chile en 2010, repitió con éxito en 2011 y ahora hizo pie en México, Paraguay y Argentina manteniendo el mismo line up en cada uno de los países. La primera fecha iba a contar con bandas metaleras de primer nivel como hacía mucho no sucedía y había ganas de estar ahí.
El pasado fue mejor
Después de Madison, Kita (Brasil), La Armada Cósmica, Las Manos de Filippi y Boom Boom Kid, era el momento de los actos centrales. Volver a ver a los hermanos Cavalera, Max e Igor en escena era el anhelo de muchos. Aquellos mágicos shows de la década del ‘90 con Sepultura generaban esa nostalgia. Por eso, apenas hicieron las paces y formaron Cavalera Conspiracy en 2007, se agigantó ese deseo. Las canciones iniciales,“Warlord” y “Torture”, de su segundo disco “Blunt force trauma”(2011) los mostró juntos nuevamente, aunque sin la química ni la energía de antaño.
Si bien Igor continua siendo un baterista fantástico, las canciones mantienen el espíritu repetitivo y machacoso de los últimos discos de Soulfly, aunque claramente es una propuesta más extrema ya que no hay lugar para instantes tribales. Sin embargo, los riffs no alcanzan el vuelo acorde a su historia. En algún punto los hermanos inconscientemente también concuerdan en ello ya que recurrieron a los clásicos de su ex agrupación para cautivar a la multitud. Bajo un sol penetrante pasaron “Refuse/Resist”, “Territory”, “Attitude”, “Arise/Dead embryonic cells” y “Roots bloody roots” en versiones dignas.
Interesante
Corey Taylor y Jim Root, cantante y guitarrista respectivamente de la popular banda Slipknot, formaron Stone Sour con la intención de plasmar sus gustos más rockeros. La muerte del bajista de Slipknot, Paul Gray,generó que este combo tome más protagonismo. En este año se acrecentó aún más con el anuncio de un album doble conceptual llamado“House Of Gold & Bones”. Para afirmar este momento empezaron con tres melodías del disco, “Gone sovereign”, “Absolute zero” y “A rumor of skin”que los mostraron con una propuesta más metalera.
Sus fanáticos disfrutaron más de viejas canciones como “Hell & consequences”, “Orchids” y “Reborn”, acompañando por un audio esplendido que los dejo desplegar su enorme potencial. Corey mostró una actitud y una energía tremenda, tal como nos tiene acostumbrados. Acá se lo vio más distendido, quizás por no tener la obligación de llevar un personaje adelante. Desde lo musical, su voz melódica prevalece sobre sus gritos característicos. Un momento único del set fue cuando cantó con su guitarra “Nutshell”, una hermosa versión de Alice In Chains seguido por la sentida “Bother”.
El gran futuro
De los grupos debutantes, Mastodon era sin duda lo más esperado. Su fusión única de pasajes stoner, sludge, progresivos y alternativos lo hacen especiales; ahora había que comprobar si esa magia la trasladaban al directo. Y desde el inicio dejaron en claro que sí. Con su quinto disco “The Hunter” (2011) como estrella central deleitaron a los presentes con una precisión y un poderío envidiable; “Black tongue”, “Octopus has no friends”y “Blasteroid” algunas de las nuevas que cautivaron.
Muchos espectadores desconocían la propuesta del grupo. A su mayoría les costó entenderlos, pero con el paso de las canciones empezaron a descubrir una banda en la que todos cantan y de buena manera, además de tener un gran dominio de sus instrumentos. Sus viejos fans, los más exigentes, se emocionaron por tenerlos a pocos metros y disfrutaron de un gran momento. Igual, tras el fin del show, se quejaron por no darle más lugar a temas de su primera etapa. Su próxima visita será en otro contexto, más acorde a sus características, y con un público más ávido de su propuesta.
Necesidad de progreso
Malón, por trayectoria y popularidad, había ganado un lugar de privilegio en la grilla del Maquinaria. Entonces tenían la responsabilidad de dejar bien parado al metal nacional. Sin embargo, el inicio con “Malón mestizo” no fue el mejor debido a un sonido bastante opaco, en especial la voz de Claudio O’Connor y la guitarra del Tano Romano. De a poco fue tomando forma, pero sin lograr la plenitud en ningún momento; de este modo, pasabanversiones desmejoradas de clásicos como “Culto siniestro”, “Castigador por herencia” y “Síntomas de la infección”.
Sin la emoción de la vuelta, la banda está empezando a perder interés, sobre todo por la falta de renovación; O’Connorsintió esa merma durante el vivo y le pidió a la masa que pongan más entusiasmo. Como era de esperar esta energía apareció al final con los himnos de Hermética: “Tu eres su seguridad” y “Soy de la esquina”. Durante 2013 se espera por la nueva producción, que será fundamental a la hora de la evolución que están necesitando.
Lo que se esperaba
Marilyn Manson dejó de ser el que es; su música y su parafernalia ya no sorprenden, y sus últimos dos discos tampoco ayudaron a mantenerlo en los primeros planos. Ahora, con su reciente “Born Villain” está intentando reposicionarse en el mercado apoyado por sus directos, el punto fuerte de su carrera. Entonces con esa premisa saltó a escena con sus clichés habituales (gestos ampulosos, cambio de vestimenta y pose de rockstar); a su lado, lo acompañaban músicos sólidos que mostraban un sonido más rockero y no tan industrial como antaño.
De este modo, se entremezclaban nuevas melodías como “Hey, cruel world…” y “No reflection” con viejos clásicos tal “The dope show” y “Rock is dead”. Sibien los seguidores disfrutaban de cada uno de los composiciones, los momentos de mayor locura se vivían con los covers: “Personal Jesus” (Depeche Mode) y “Sweet dreams” (Eurythmics). Con un Manson desbocado, pero cumpliendo correctamente con su papel, se cumplió con un show digno, a la altura de su carrera.
Contundentes
La actuación de Slayer era la que generaba mayor fanatismo. A nadie le importaba el cansancio por la larga jornada o la temperatura elevada o que el viernes era un día laborable. Cuando la legendaria banda trash se posó sobre el escenario todos empezaron a sacudir sus cabezas al ritmo de los acordes de “World Painted Blood”. Tom Araya (bajo y voz) y compañía los estaban demoliendo con himnos trasher, como “War Ensemble”, “Epidemic” y “Spirit in Black”.
A Gary Holt, de Exodus, se lo observó con más determinación que en el set del Luna Park; debido a la enfermedad de Jeff Hanneman continúa como sureemplazo, y con el paso de los shows va tomando mayor seguridad. La banda no dio respiro con una interpretación fantástica, y “Altar of Sacrifice”, “Jesus Saves”, “Seasons in the Abyss”, “Hell Awaits” se sucedían con espectadores admirados ante tal vehemencia y demostración. La locura llegó al final con el público revoleando las baldosas de plástico en “Raining Blood”.
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