En las calles de Liniers

Al ingresar al local, me encuentro con CHIRUZA, que daba comienzo al show. La banda crea un sonido similar a LA RENGA con toques de PAPPO´S BLUES, pero sin caer en la copia y agregando condimentos personales. Algunos temas tienen ese espíritu “rutero” del rock & roll, y otros son más tranquilos, pero sin perder la fuerza y la emoción que ponen los músicos.

Uno de los momentos más festejados fue cuando tocaron “Sequía”, una chacarera rock que hace referencia al recordado y bochornoso 20 de diciembre. Después de este tema pararon un rato, y aprovecharon para presentar a JUAN, un nuevo integrante, encargado de la armónica. Continuaron con un tema nuevo, “Hay más”, y con “Que ángel cuidará tu espalda”, canción que le da nombre al disco.

Comienza una batucada que hace descontrolar a los que ya conocen la banda, porque saben lo que se viene: “Murguita”, tema muy festejado por los presentes con el que dieron por finalizado su show.

Inmediatamente después del show de CHIRUZA, aparece en el escenario un artista que no figuraba en ninguna cartelera. Un simpático niño de unos 4 años encargado de tocar la batería por un rato, robando unas cuantas sonrisas entre los presentes.

A eso de las 22:50, entra a escena CAMINO NEGRO, un cuarteto de Heavy Metal clásico, comenzando su show con dos temas propios para continuar luego con una versión de “Night Prowler”, conocido tema de JUDAS PRIEST, festejadísimo y pogueado a full por los presentes. FABIAN, un amigo de la banda, se hizo cargo de la voz en esta canción.

Continuaron con temas propios, donde se destacaron “Raíces de odio”, para luego arremeter con “Moby Dick”, de LED ZEPPELÍN, donde el público ovacionó a EL MONO, baterista de la banda, por su terrible solo. Mientras tanto, el cantante se entretenía tirando soda a los presentes.

Volviendo a lo musical, continuaron con “Tu Decisión” y “El 400 y vos”, otro tema muy festejado donde FABIAN volvió para hacer los coros.

Cerca de la medianoche, repitieron el cover de JUDAS y un tema propio, terminando así su show.

La velada tenía que terminar temprano, porque al día siguiente teníamos que ir con D.N.I. en mano a la escuelita más cercana para elegir quien va a ser nuestro nuevo titiritero por los próximos cuatro años.