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Esta noche, Babilonia fue Cosquín

Se va la última…
La propuesta under del día comenzó con el heavy metal de los pre Cosquín niño (edad promedio 15,5 años) SOBERANO y los poderosos punk de INFIERNO 18. Le siguieron después LOS UMBANDA DE LA TURKA y los sacados arrepentidos de SUB CIELO (que le mandaron “un saludo grande” a la policía y después se retractaron entre los chiflidos de la gente). Más adelante se presentaron los BUTUMBAMBA y la banda hardcore-ska SKABECHE, que finalizaban esta etapa del recital con el tema “Anfetamin”.
Preparativos del carnaval…
La banda de un Omar Mollo motivado arrancó con puro rock y, más tarde, una fusión con chacarera. La gente ya se mostraba alegre y MAM continuaba con temas como “Toco y me voy”, en el que el batero desplegó toda su destreza, y “¿Cómo aprender?”, un tema tranqui (sic).
El cantante animó al público, que no presentó resistencia alguna, y prosiguió con una balada que mezclaba el bolero y la milonga, además de un cover de “Soy quien no ha de morir”, de DIVIDIDOS.
“Nos ganamos el aplauso, loco”, decía Mollo mientras que los espectadores respondían fervorosos. MAM finalizó su repertorio, pero la fiesta no sólo que no llegó a su fin sino que apenas comenzaba… PAPPO se preparaba para entrar en escena…
PAPPO es blues local…
El señor Norberto Napolitano – después de una conferencia de prensa donde afirmó que (en el caso de que fuera la única música que existiese) preferiría la cumbia antes de que la gente dándose a tiros – arrancó con “Auto rojo” y prosiguió, para el placer de la gente, con “Hombre suburbano”.
A PAPPO no le alcanzó con estos temas y prolongó su repertorio con dieciocho canciones más, todas con excelentes arreglos de viola. Entre ellas estuvieron “Fiesta cerbezal”, el clásico ”Ruta 66”, “Cabaret”, “Mi voiture” y “Ruedas de metal” (de RIFF).
Vale destacar también el ya establecido blues “Desconfío”, en el que la letra fue cantada por el efervescente público y la guitarra fue prácticamente estrangulada por el protagonista del show. Luego de este tema, el hombre con el tatuaje Chevrolet, se vacía una cerveza en la cabeza y le insinúa a la gente lo especial que sería la velada a continuación.
“Vamos a hacer ‘Dos caras’… para todos los que tienen dos caras. Dedicada a todos los garcas de esta ciudad”, dijo PAPPO antes de realizar este tema que contó también de un excelente solo.
En definitiva, el guitarrista se dio el lujo de entretener durante más de una hora a la gente y desplegar con toda libertad su talento. Finalizó con “Susy Cadillac” y una fiesta que incluso tuvo fuegos artificiales.
Un final sin fin…
Son las 22.40 y la plaza Próspero Molina ya tiene sus árboles pelados casi prolijamente: sus ramas son ahora mástiles para las banderas piojosas. Trapos que no hacen más que esperar la llegada de su banda, algunas esperan hace ya cuatro días… Detrás del telón, se escucha la prueba de sonido final y la gente estalla en bramidos. Una estampida de gritos y fuegos artificiales irrumpe con la espera y Ciro entona el Himno Nacional con su armónica, en un benigno descontrol de luces y alaridos. No hace falta decir que hablamos de LOS PIOJOS. Una guitarra sucia introduce “Esquina Libertad” y en la pantalla (que flasheó toda la noche diferentes clichés de piojos animados) se superponen imágenes de la vida del Che. “Desde lejos no se ve” y “Chac tu chac” hacen luego su entrada, mientras Ciro baila frenéticamente, en compañía de todo el predio. “Dedicado para OSKI y para la gente que nos acompaña en este momento aunque no se vea”, el tema “Muy despacito” sonaba y Andrés miraba atónito cómo la gente coreaba mientras él les sostenía el micrófono. Luego de saludar, LOS PIOJOS invitaron a PAPPO al escenario e hicieron sonar “Buenos tiempos” y el último tema de la noche, “El rey del blues (B.B. King)”. Desde luego no fue la canción final, se venía una nueva seguidilla de temas. El primero fue “Tan solo”, aún en compañía de PAPPO. Más tarde aparecieron “Llevátelo” – con Mickie sentado en el piso, Piti de rodillas y Tavo de pie, los tres acompañando la armónica de Ciro en un prolongado ostinato-, el inédito Extraña soledad en la voz de Pity y los híper cantados “Llora, llora” y “Agua”. Llegaba la hora de más invitados y con ellos, más canciones: el tango “Yira yira” con Omar Mollo, “Shine” (tema de Las Pelotas) y “Cruel” con Dafunchio brillaron en escena.
A esta altura del show, LOS PIOJOS habían encendido el fuego de las multitudes que hicieron de esta la noche de más quorum del festival. Para no parar con esta buena leche, la banda siguió, entre otros, con “Fijate”, “El farolito” y (con una intro blusera y los botines colgados del soporte del micrófono) “Maradó”, en el que Ciro y la gente se quedaron atontados viendo las imágenes en acción de El Diego.
A la hora de los bises entró como invitado (sólo es necesario decir que es discapacitado por el hecho de que demostró todo lo contrario al tocar) Pancho Chávez en armónica, para tocar el boogie “Zapatos de gamuza azul”. Le siguieron “Ruleta” (con video y pogo incluídos) y una votación entre “Labios de seda” y “El Balneario (sic). Según Mickie, por 185411 votos, ubicación 1 , ganó la segunda canción, que fue cantada, bailada y exprimida, por absolutamente todo el predio.
El carnaval concluía, luego de más de dos horas, con ”Finale” y un extenso agradecimiento cantado en compañía del sonido de congas y de aplausos satisfechos. En conclusión, el tercer festival rockero de Cosquín cerró con postre y cereza en una fiesta de movimiento, color (creados entre banderas, bengalas y sonidos), invitados y exacerbada, pero valiosa, alegría.
Un verdadero éxito.
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