25 años y chirolas

2 Minutos sigue celebrando 25 años de carrera y el sábado, en Groove, recorrió toda su historia con un show de casi 3 horas y muchos invitados.

2 Minutos, la banda más significativa del punk rock nacional, cumplió 25 años de trayectoria y los festejó a lo grande. No solo se tomó gran parte de 2012 para realizar una gira extensa por el interior del país y el exterior -que continuará este año- sino que además el último sábado 20 de abril dio un show maratónico ante un Groove colmado de público, que contó con  la participación de varios invitados.

Desde su nacimiento en 1987 y su primer show dos años después, 2 Minutos se caracterizó por la fidelidad a sus orígenes y a su estilo. A pesar de su formación actual, en la cual sólo perduran  dos de sus fundadores, Walter “El Mosca” Velázquez y Alejandro Aidnajian “Papa”, nunca dejó de ser aquella banda de Valentín Alsina que para celebrar necesita básicamente a sus amigos verdaderos, cerveza, música y mucho descontrol. De más está decir que el precio de la entrada escapa a los costos a los que estamos acostumbrados para shows como el del sábado, lo cual permitió la concurrencia de una mayor cantidad de público.

Durante la previa del concierto por Avenida Santa Fe, a pocas cuadras de Plaza Italia, a medida que se acercaba la hora pautada, la circulación de jóvenes, y no tanto se acrecentaba así como el desfile de las tradicionales remeras con logos de The Ramones, Ska P y 2 Minutos, crestas de diferentes tamaños y colores, valientes jovencitas de minishorts y medias de red, y mucho campera de cuero que se revelaba contra los 25º de sensación térmica. Mientras tanto, del lado de adentro Los Putos, la nueva banda de Pablo Coll, entretenía a la audiencia con un show cuasi conceptual  que combinaba la crudeza del punk rock con unas ajustadísimas calzas de colores, sobretodos de leopardo, camisas con brillos y peinados estrafalarios, que hacían honor a su denominación.

Cerca de las 21.30 subió la agrupación cumpleañera a las tablas dejando a la vista una escenografía casi inexistente; solo una pantalla gigante por detrás de la batería de Monti para un show cuyas protagonistas eran claramente la música, la relación con los fanáticos y la celebración del cuarto de siglo. Todos luciendo traje y corbata arrancaron inmediatamente con “El que no salta es un skon”, de su último álbum «Vamos a la granja / Directo al infierno» de 2010. A los pocos minutos se incorporó el primer comensal de la jornada, Pablito Lescano, cantante de la banda de cumbia Damas Gratis, para cantar nada más y nada menos que “Ya no sos igual”, himno de la banda, que junto a “Amor Suicida”, dieron inicio al pogo más vehemente que no hizo distinción de sexo, edad o contextura física, y se prolongó hasta el tema final.

El segundo en sumarse a la fiesta fue Matt Buzz, el tandilense frontman de Katarro Vandálico, que le puso el cuerpo a la letra de “Mundo TV” y la cantó como si fuera propia.  Enseguida siguieron con “Mosca de bar”, “Jason” e “Historia triste”, al tiempo que volaban botellas de agua y llovía cerveza, y los encargados de seguridad que estaban por detrás de las vallas no daban abasto de tanto loco suelto haciendo mosh. Sonaba “Copetín al paso” y todo era como una verdadera fiesta entre amigos y viejos conocidos: cada uno hacía lo que quería, sin prejuicios ni formalidades, pero siempre bajo el mismo círculo de confianza.

“Canción de amor” fue entonada por todos y aquel instante constituyó sin dudas uno de los puntos más altos de la hipérbole nocturna. Luego el repertorio continuó, entre otras, con “Lejos estoy” y “El tema de Adrián”, y le tocó el turno a los vientos. De la mano de Hugo Lobo, trompetista de Dancing Mood, el ska se hizo presente y pisó fuerte para condimentar melodías como “In the street” del disco “Dos minutos de advertencia”, de 1999, y  “Disneylandia”, que pertenece al álbum “Antorchas”, de 2000.

“Barricadas” abrió la segunda parte de la noche y a esa altura, cual fiesta de casamiento, los 2 Minutos ya se habían deshecho del saco y la corbata. El próximo músico huésped de la casa fue Moncho, cantante de la legendaria banda de hardcore Minoría Activa, quien interpretó “Todo lo miro”. Siguieron con “Arrebato”, “Piñas van, piñas vienen” (consigna que la audiencia ubicada justo frente al escenario acató perfectamente) y “Valentín Alsina”.

Y en un show como este, que festeja la historia de una de las bandas más importantes del rock nacional, no podían faltar los miembros fundadores. Y es así que por unos instantes El Indio, guitarrista original de la banda, se calzó el instrumento y fue uno más. Quien hoy ocupa el rol de productor fue el ideólogo del  proyecto “Vos no confiaste”, un disco en honor a la banda para el cual convocó a artistas de la escena local como Superuva, Mal Momento, Boom Boom Kid, Doble Fuerza y Loquero, y será editado este mes por el sello Música Rebelde Records.

Sonaron “Paro cardíaco” y “Aeropuerto” y se iba acercando el final de la extensa velada. Las latas de cerveza vacías multiplicadas por el piso interrumpían el paso de los músicos, pero faltaban todavía algunos hits ineludibles. El Mosca, que parecía un adolescente en su fiesta de cumpleaños, desaparecía de a ratos para ir a conversar con los amigos que se acumulaban a un costado del escenario, y dejaba al mando a Pablo, que a pesar de “no sentirse muy bien” físicamente se bancó los 53 temas. “Feliz cumpleaños, manga de drogadictos”, exclamó el músico interpelando directamente a los fans como protagonistas.

Dedicado a los muchos añejos presentes, «Borracho y agresivo» fue un gran momento, y enseguida prosiguieron con “Panik Atack” y “Melodía de barrio”, ambos temas pertenecientes a su último trabajo, y “Destino”. El cierre fue como un chorro de agua fría en la cabeza y puso las emociones de todos a flor de piel: “Como caramelo de limón” y “Gatillo fácil”. Para el cierre eligieron la canción que lleva su nombre e instigaron a todos los amigos invitados a sumarse a cantarlo, y al público a no guardarse nada. Fue un final simple pero poderoso que sintetizó a la perfección la esencia de la banda.

*Fotos por Fabiana Solano

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