RESEÑAS

2 años ayer, 7 DELFINES hoy

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La primera ola

Antes del chapuzón, los deditos del pie empezaban a mojarse con VOLAGOR G. Una muy buena base, un pop misterioso y ceremonial (muy post ochentosista) y una voz muy bien lograda bosquejaban el marco de sus canciones: “Negro mar” y “Alguna vez”, entre otros.

Junto a un pequeño homenaje a VIRUS y letras que predicaban “duele la verdad / sangra sin parar”, esta banda anticipó la contradictoria noche de ritmos pegadizos y toques de melancolía que estas bandas exhalaron sin timidez…

Vení acá, vení a casa

Después de una pequeña espera (comparada a la de dos años, consecuencia de la ausencia de COLEMAN), las luces se fusionaron en verde con la balada “Amor eterno”. Los delfines agitan las olas, que hace ya tanto no acariciaban oídos argentinos.

Las siluetas se curvan al compás de las melodías y en el escenario sólo hay sombras y contrastes. Por el momento, “Segundo round” y el excelente “Suelo” se avecinan con la precisa pasión pop que la percepción presente anhelaba absorber.

Violas perfectamente justas y algunos lapsus de vacío expectante introducen las siguientes canciones. La distorsión siempre presente y el ritmo que pelea por meterse en los cuerpos… no se lo digas a nadie, pero es inevitablemente mecánico sentir el movimiento vibrante de su música, delfinitivamente propia. Así, un bajo bien adelante se abandona en los arrecifes de ecos que producen las voces del público, amalgamadas a la letra de “A veces llamo”, de FRICCION.

Más tarde, el reflejo de los sonidos traerá el lento y oscuramente pop “Especial”. Lo que necesito no es poesía, rezaba esta canción, antes que las estrellas (sintéticas) nos iluminen frente a “Nada memorable”.

Unos minutos después, el 4×4 de la banda de RICHARD COLEMAN vuelve a despertarse: “Tu orden”, “Garden” y “Vendado” reaniman con mucha agilidad, además del arribo de una buena noticia: el 27/09 se realizará otro show en las mismas orillas donde encalló este.

Sin más, el “Placebo” hace efecto y la gente canta y salta, rompiendo con la calma rítmica. El cover de covers “Héroes” inunda el predio y la bata de BRAULIO D’AGUIRRE nos lleva de viaje “A marte” y de regreso con un tremendo solo que arrastró el límite de los relojes.

Los delfines salvan a los náufragos y salpican amistad en las lejanas profundidades del océano… “Una y mil veces” y “Sentimiento Storni” –con la excusa de ser bises- hacen de compañía con toda la tristeza y la dulzura de la marea nocturna. Un poco después, de su primer disco ”L7D”, “Never Du Nozin” y “Es tan celosa”, más el optimistamente musical “Mágica” terminan con lo que es, finalmente, la primera entrega del par de presentaciones que LOS 7 DELFINES dejarán fluir.

Esta banda tan pop, tan distorsionada, tan típicamente dos violas, bajo y buena voz, no dejan de ser algo especial: jamás nada memorable, sino una simple, deliciosa y húmeda travesía.

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